Las contribuciones a la campaña electoral del virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, son mayores que las recibidas hasta ahora por el presidente Barack Obama en su carrera en pro de conseguir la reelección.
El comité de campaña de Obama dio a conocer que el presidente logró recaudar en junio $71 millones de dólares, una cantidad muy inferior a la reportada para ese mes por Romney, ascendente a $106 millones de dólares.
La campaña de Romney rompió en junio todos los récords de contribuciones y aunque su equipo ha elogiado los esfuerzos de donantes que aportan pequeñas sumas de dinero, el respaldo de los ricos parece haber sido fundamental en darle la ventaja.
Según un análisis de las contribuciones difundido por la agencia AP, un pequeño grupo de estadounidenses adinerados habría engrosado en junio el grueso del espaldarazo monetario recibido por el aspirante republicano, con un promedio de $2.400 dólares cada uno.
No obstante, dando realce al otro lado de la ecuación, la campaña de Romney informó que cerca del 94 por ciento de los 571 mil donantes que aportaron fondos dio menos de $250 dólares. En otras palabras, lo que podría interpretarse como que no sólo los ricos quieren ver al republicano en la Casa Blanca.
Fue el poder en masa de esos pequeños contribuyentes --más de dos tercios de sus partidarios-- quienes en las elecciones 2008 respaldaron el triunfo de Obama con donaciones de menos de $200 dólares.
Pero la cantidad de dinero que está fluyendo ahora hacia los llamados supercomités de acción política del aspirante republicano es tal, que muchos estrategas demócratas han empezado a preocuparse.
La AP citó un correo electrónico enviado hace apenas tres días a simpatizantes demócratas por el jefe de la campaña de Obama, Jim Messina, en el que decía que la brecha del dinero “es cada vez más amplia, y si continúa a ese ritmo nos podría costar la elección”.
El comité de campaña de Obama dio a conocer que el presidente logró recaudar en junio $71 millones de dólares, una cantidad muy inferior a la reportada para ese mes por Romney, ascendente a $106 millones de dólares.
La campaña de Romney rompió en junio todos los récords de contribuciones y aunque su equipo ha elogiado los esfuerzos de donantes que aportan pequeñas sumas de dinero, el respaldo de los ricos parece haber sido fundamental en darle la ventaja.
Según un análisis de las contribuciones difundido por la agencia AP, un pequeño grupo de estadounidenses adinerados habría engrosado en junio el grueso del espaldarazo monetario recibido por el aspirante republicano, con un promedio de $2.400 dólares cada uno.
No obstante, dando realce al otro lado de la ecuación, la campaña de Romney informó que cerca del 94 por ciento de los 571 mil donantes que aportaron fondos dio menos de $250 dólares. En otras palabras, lo que podría interpretarse como que no sólo los ricos quieren ver al republicano en la Casa Blanca.
Fue el poder en masa de esos pequeños contribuyentes --más de dos tercios de sus partidarios-- quienes en las elecciones 2008 respaldaron el triunfo de Obama con donaciones de menos de $200 dólares.
Pero la cantidad de dinero que está fluyendo ahora hacia los llamados supercomités de acción política del aspirante republicano es tal, que muchos estrategas demócratas han empezado a preocuparse.
La AP citó un correo electrónico enviado hace apenas tres días a simpatizantes demócratas por el jefe de la campaña de Obama, Jim Messina, en el que decía que la brecha del dinero “es cada vez más amplia, y si continúa a ese ritmo nos podría costar la elección”.