Infinidad de veces antes de los comicios de este martes expertos políticos en Washington se han preguntado por cuál de los candidatos a la presidencia terminarán votando los electores independientes, y a quién favorecerá el voto de jóvenes, de hombres y de mujeres.
Las hipótesis sobran, pero la verdad sólo se sabrá tras el cómputo de los votos este martes.
Lo característico en los más recientes comicios ha sido lo fluctuantes que pueden ser los electores que en EE.UU. se consideran independientes (alrededor de la tercera parte). En 2004, el republicano George W. Bush perdió por un punto porcentual el voto de este segmento de la población, que favoreció al demócrata John Kerry.
Cuatro años más tarde, Barack Obama superó en ocho puntos a su contrincante John McCain entre los independientes, pero antes, en las elecciones de medio término para elegir legisladores, en 2006, su voto fue incluso más pronunciado (18 puntos) a favor de los demócratas, pero en 2010, respaldaron a los republicanos por un margen de 19.
En el caso de los electores jóvenes las sorpresas también podrían ser significativas, y la pregunta que muchos se hacen es si el presidente Obama podrá mantener el apoyo logrado en 2008 (66 por ciento) entre los estadounidenses de 18 a 29 años de edad.
La duda se debe a que los sondeos que miden probabilidad de voto han puesto de manifiesto cierta pérdida de entusiasmo electoral en ese sector de la población.
Otra gran interrogante es cuán grande es la brecha entre uno y otro candidato en lo que respecta al voto de mujeres y hombres. Los demócratas dedicaron bastantes anuncios de campaña para poner de relieve que los republicanos les han declarado una “guerra” a las mujeres con sus posturas frente al aborto y los anticonceptivos.
Pero sondeos nacionales indican que en cuanto al voto femenino Obama le lleva una delantera a Mitt Romney de menos de 10 por ciento, que sería la menor en la historia reciente de las elecciones presidenciales, ya que en 2008 McCain perdió por 13 puntos el apoyo de las electoras, George W.Bush por 11 puntos y en 1996 Bob Dole por 16.
Sin embargo, según el editor jefe de la encuestadora Gallup, Frank Newport, en estas elecciones “la cuestión no es el voto femenino, sino el de los hombres” porque los sondeos muestran que éstos son más propensos a romper con el patrón de voto que siguieron en los comicios de 2008, lo que podría favorecer a Romney.
En las pasadas elecciones Obama obtuvo el 49 por ciento del voto masculino gracias a un respaldo récord entre los votantes blancos, el más alto desde que Jimmy Carter ganó en 1976 la presidencia. Pero según el más reciente sondeo de ABC/Washington Post ese apoyo se ha erosionado y presumiblemente se habría reducido hasta en nueve puntos.
Las hipótesis sobran, pero la verdad sólo se sabrá tras el cómputo de los votos este martes.
Lo característico en los más recientes comicios ha sido lo fluctuantes que pueden ser los electores que en EE.UU. se consideran independientes (alrededor de la tercera parte). En 2004, el republicano George W. Bush perdió por un punto porcentual el voto de este segmento de la población, que favoreció al demócrata John Kerry.
Cuatro años más tarde, Barack Obama superó en ocho puntos a su contrincante John McCain entre los independientes, pero antes, en las elecciones de medio término para elegir legisladores, en 2006, su voto fue incluso más pronunciado (18 puntos) a favor de los demócratas, pero en 2010, respaldaron a los republicanos por un margen de 19.
En el caso de los electores jóvenes las sorpresas también podrían ser significativas, y la pregunta que muchos se hacen es si el presidente Obama podrá mantener el apoyo logrado en 2008 (66 por ciento) entre los estadounidenses de 18 a 29 años de edad.
La duda se debe a que los sondeos que miden probabilidad de voto han puesto de manifiesto cierta pérdida de entusiasmo electoral en ese sector de la población.
Otra gran interrogante es cuán grande es la brecha entre uno y otro candidato en lo que respecta al voto de mujeres y hombres. Los demócratas dedicaron bastantes anuncios de campaña para poner de relieve que los republicanos les han declarado una “guerra” a las mujeres con sus posturas frente al aborto y los anticonceptivos.
Pero sondeos nacionales indican que en cuanto al voto femenino Obama le lleva una delantera a Mitt Romney de menos de 10 por ciento, que sería la menor en la historia reciente de las elecciones presidenciales, ya que en 2008 McCain perdió por 13 puntos el apoyo de las electoras, George W.Bush por 11 puntos y en 1996 Bob Dole por 16.
Sin embargo, según el editor jefe de la encuestadora Gallup, Frank Newport, en estas elecciones “la cuestión no es el voto femenino, sino el de los hombres” porque los sondeos muestran que éstos son más propensos a romper con el patrón de voto que siguieron en los comicios de 2008, lo que podría favorecer a Romney.
En las pasadas elecciones Obama obtuvo el 49 por ciento del voto masculino gracias a un respaldo récord entre los votantes blancos, el más alto desde que Jimmy Carter ganó en 1976 la presidencia. Pero según el más reciente sondeo de ABC/Washington Post ese apoyo se ha erosionado y presumiblemente se habría reducido hasta en nueve puntos.