La decisión de un tribunal de casación de anular en Italia la sentencia en virtud de la cual la estadounidense Amanda Knox y el italiano Raffaele Sollecito fueron absueltos en octubre de 2011 del asesinato de la joven británica Meredith Kercher supone la reapertura de uno de los casos judiciales modernos más divulgados por la prensa y plantea numerosas interrogantes.
Los magistrados del tribunal aceptaron un recurso presentado por la fiscalía según el cual “los hechos no se sustentan” y han determinado que se realice un nuevo juicio en Florencia, que volvería a emitir fallo sobre quién mató hace más de cinco años a Kercher en Perugia, un crimen aún en la incógnita.
Kercher, una británica de 21 años que cursaba estudios en la Universidad Erasmus, fue violada y asesinada de 43 puñaladas el primero de noviembre de 2007, un crimen del que fueron hallados culpables su compañera de cuarto, Knox, y quien entonces era su novio, Sollecito, y condenados respectivamente a 26 y 25 años de cárcel.
Entonces se dijo que ambos buscaron involucrar a la británica en una orgía de drogas y cuando ésta se negó la asesinaron. Pero luego de estar cuatro años en prisión, un tribunal de apelaciones integrado por seis residentes de Perugia y dos jueces falló que los dos eran inocentes y dispuso que fueran puestos en libertad.
El caso acaparó tanto la atención de la prensa mundial, especialmente en Estados Unidos, donde una senadora por el estado de Washington, Maria Cantwell, incluso insinuó que el juicio era una demostración de antiamericanismo, y hasta secretaria de Estado en esa fecha, Hillary Clinton, llegó a interesarse por la suerte de la joven estadounidense.
Desde Seattle, donde reside, Knox ha declarado exasperada a uno de sus abogados “siguen sin creerme”, y en un comunicado ha dicho que la decisión judicial es “dolorosa” y además “totalmente infundada e injusta”.
Ahora todo vuelve al punto de partida, con la interrogante aún por despejar de si la anulación del juicio en el que se le absolvió implica que la joven va a ser juzgada dos veces por el mismo delito.
Tampoco se sabe qué salida diplomática daría EE.UU. al asunto si la justicia italiana pide la extradición de Amanda Knox.
Los magistrados del tribunal aceptaron un recurso presentado por la fiscalía según el cual “los hechos no se sustentan” y han determinado que se realice un nuevo juicio en Florencia, que volvería a emitir fallo sobre quién mató hace más de cinco años a Kercher en Perugia, un crimen aún en la incógnita.
Kercher, una británica de 21 años que cursaba estudios en la Universidad Erasmus, fue violada y asesinada de 43 puñaladas el primero de noviembre de 2007, un crimen del que fueron hallados culpables su compañera de cuarto, Knox, y quien entonces era su novio, Sollecito, y condenados respectivamente a 26 y 25 años de cárcel.
Entonces se dijo que ambos buscaron involucrar a la británica en una orgía de drogas y cuando ésta se negó la asesinaron. Pero luego de estar cuatro años en prisión, un tribunal de apelaciones integrado por seis residentes de Perugia y dos jueces falló que los dos eran inocentes y dispuso que fueran puestos en libertad.
El caso acaparó tanto la atención de la prensa mundial, especialmente en Estados Unidos, donde una senadora por el estado de Washington, Maria Cantwell, incluso insinuó que el juicio era una demostración de antiamericanismo, y hasta secretaria de Estado en esa fecha, Hillary Clinton, llegó a interesarse por la suerte de la joven estadounidense.
Desde Seattle, donde reside, Knox ha declarado exasperada a uno de sus abogados “siguen sin creerme”, y en un comunicado ha dicho que la decisión judicial es “dolorosa” y además “totalmente infundada e injusta”.
Ahora todo vuelve al punto de partida, con la interrogante aún por despejar de si la anulación del juicio en el que se le absolvió implica que la joven va a ser juzgada dos veces por el mismo delito.
Tampoco se sabe qué salida diplomática daría EE.UU. al asunto si la justicia italiana pide la extradición de Amanda Knox.