Un año después de que la marihuana fue legalizada en Colorado y Washington, más de la mitad de los estados del país están considerando despenalizar de una manera u otra el consumo de la droga.
Hasta no hace mucho, el uso de la marihuana era tenido junto con el de otros narcóticos como un estigma social y entre los causantes de serios daños para la salud.
Pero desde el 2013 muchas encuestas nacionales y estatales muestran una creciente tendencia entre los estadounidenses a aceptar que se legalice la marihuana.
Un sondeo hecho la semana pasada por el diario The New York Times y la cadena CBS arrojó que el 51 por ciento de los estadounidenses creen que debería legalizarse.
El mes pasado incluso el presidente Barack OPbama dijo que aunque no defendía el consumo de la marihuana le parecía que ésta era menos peligrosa que el alcohol.
Dos estados que se estima probable que este año sigan el ejemplo de Colorado y Washington son Oregón, donde predominan los demócratas, y Alaska, de preponderancia republicana, lo que demuestra que la política nada tiene que ver con el asunto.
Al menos 14 de ellos, incluida Florida, están considerando nuevas leyes sobre el empleo de la droga con fines médicos, según la organización Marijuana Policy Project.
En otros 12 y el Distrito de Columbia también se contempla despenalizarla de manera que siga siendo ilegal pero reduciendo las multas por consumirla.
El uso de la marihuana para propósitos medicinales ya es legal en el Distrito de Columbia y en 20 estados, y hay otros como Alabama, Georgia y Carolina del Sur que también apuntan en esa dirección.
De acuerdo con Marijuana Policy Project, se llevan a cabo campañas para tratar conseguir la despenalización de la droga en los próximos dos años en estados como Arizona, California, Maine, Massachusetts y Nevada.
Hasta no hace mucho, el uso de la marihuana era tenido junto con el de otros narcóticos como un estigma social y entre los causantes de serios daños para la salud.
Pero desde el 2013 muchas encuestas nacionales y estatales muestran una creciente tendencia entre los estadounidenses a aceptar que se legalice la marihuana.
Un sondeo hecho la semana pasada por el diario The New York Times y la cadena CBS arrojó que el 51 por ciento de los estadounidenses creen que debería legalizarse.
El mes pasado incluso el presidente Barack OPbama dijo que aunque no defendía el consumo de la marihuana le parecía que ésta era menos peligrosa que el alcohol.
Dos estados que se estima probable que este año sigan el ejemplo de Colorado y Washington son Oregón, donde predominan los demócratas, y Alaska, de preponderancia republicana, lo que demuestra que la política nada tiene que ver con el asunto.
Al menos 14 de ellos, incluida Florida, están considerando nuevas leyes sobre el empleo de la droga con fines médicos, según la organización Marijuana Policy Project.
En otros 12 y el Distrito de Columbia también se contempla despenalizarla de manera que siga siendo ilegal pero reduciendo las multas por consumirla.
El uso de la marihuana para propósitos medicinales ya es legal en el Distrito de Columbia y en 20 estados, y hay otros como Alabama, Georgia y Carolina del Sur que también apuntan en esa dirección.
De acuerdo con Marijuana Policy Project, se llevan a cabo campañas para tratar conseguir la despenalización de la droga en los próximos dos años en estados como Arizona, California, Maine, Massachusetts y Nevada.