Las reducciones del presupuesto de EE.UU. que entraron en vigor el pasado 1 de marzo afectan no sólo a las agencias del gobierno en la nación sino también los programas de asistencia internacional que ofrece Washington.
Como resultado del llamado sequester (secuestro), que reduce en $85 mil millones de dólares el presupuesto nacional, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) verá recortados sus fondos.
Aunque las afectaciones no se apreciarán a corto plazo puesto que la USAID concede fondos hasta con dos años de antelación, y las reducciones serán pequeñas (4 por ciento) comparadas con los recortes en otros organismos federales, sí habrá repercusiones.
Según George Ingram, de la Institución Brookings, “el área más afectada es la salud, debido a que constituye la mayor parte del presupuesto destinado al desarrollo” en otros países.
Ingram señaló que los recortes en ese sector suman casi $400 millones de dólares, y que la otra mayor reducción atañe a la asistencia humanitaria, que disminuirá unos $200 millones.
De acuerdo con Raj Kumar, presidente de Devex, una organización dedicada a estudiar la asistencia internacional, las personas que sufren de SIDA serán los grandes perdedores. “En el mundo hay 30 millones que viven con SIDA. Muchos de ellos dependen de la ayuda internacional”, subrayó.
Kuma indicó que aunque muchos estadounidenses critican la asistencia a otros países, aunque no representa más de 1 por ciento del presupuesto total del país, en cambio otros la respaldan fuertemente en el campo de la salud, la educación, la microempresa, y como promotora de la democracia y el crecimiento económico.
Como resultado del llamado sequester (secuestro), que reduce en $85 mil millones de dólares el presupuesto nacional, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) verá recortados sus fondos.
Aunque las afectaciones no se apreciarán a corto plazo puesto que la USAID concede fondos hasta con dos años de antelación, y las reducciones serán pequeñas (4 por ciento) comparadas con los recortes en otros organismos federales, sí habrá repercusiones.
Según George Ingram, de la Institución Brookings, “el área más afectada es la salud, debido a que constituye la mayor parte del presupuesto destinado al desarrollo” en otros países.
Ingram señaló que los recortes en ese sector suman casi $400 millones de dólares, y que la otra mayor reducción atañe a la asistencia humanitaria, que disminuirá unos $200 millones.
De acuerdo con Raj Kumar, presidente de Devex, una organización dedicada a estudiar la asistencia internacional, las personas que sufren de SIDA serán los grandes perdedores. “En el mundo hay 30 millones que viven con SIDA. Muchos de ellos dependen de la ayuda internacional”, subrayó.
Kuma indicó que aunque muchos estadounidenses critican la asistencia a otros países, aunque no representa más de 1 por ciento del presupuesto total del país, en cambio otros la respaldan fuertemente en el campo de la salud, la educación, la microempresa, y como promotora de la democracia y el crecimiento económico.