El grupo de ocho senadores bipartidistas que elaboraron el proyecto de reforma de inmigración presentado formalmente esta semana se mostraron optimistas de que con este proyecto no sucederá lo que pasó con los frustrados planes para reforzar el control de armas.
Por primera vez desde que iniciaron sus trabajos, los senadores salieron a defender sus ideas que esperan sirvan para asegurar las fronteras y legalizar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Uno de ellos, el influyente senador demócrata Chuck Schumer (Nueva York), dijo estar convencido de que la reforma inmigratoria “no será víctima del usual embotellamiento partidista (…) no creo que sea como (ocurrió con) el control de armas”.
Según el demócrata Richard Durbin (Illinois), el proyecto de legislación de 844 páginas “no es perfecto” pero constituye un intento de buena fe y de sentido común para enmendar un sistema que no funciona”.
El republicano Lindsay Graham (Carolina del Sur) subrayó que realmente cree que este es el año de la reforma. “Tendremos una ley o habrá una tremenda pelea”, dijo.
Todos los legisladores reconocen que aún queda trabajo por hacer y que el proyecto es sólo un punto de partida. La primera audiencia para discutirlo tendrá efecto este viernes.
Además de Schumer, Durbin y Graham, el grupo está integrado por los demócratas Michael Bennet (Colorado) y Bob Menéndez (Nueva Jersey), y por los republicanos John McCain y Jeff Flake (ambos de Arizona), y Marco Rubio (Florida).
Por primera vez desde que iniciaron sus trabajos, los senadores salieron a defender sus ideas que esperan sirvan para asegurar las fronteras y legalizar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Uno de ellos, el influyente senador demócrata Chuck Schumer (Nueva York), dijo estar convencido de que la reforma inmigratoria “no será víctima del usual embotellamiento partidista (…) no creo que sea como (ocurrió con) el control de armas”.
Según el demócrata Richard Durbin (Illinois), el proyecto de legislación de 844 páginas “no es perfecto” pero constituye un intento de buena fe y de sentido común para enmendar un sistema que no funciona”.
El republicano Lindsay Graham (Carolina del Sur) subrayó que realmente cree que este es el año de la reforma. “Tendremos una ley o habrá una tremenda pelea”, dijo.
Todos los legisladores reconocen que aún queda trabajo por hacer y que el proyecto es sólo un punto de partida. La primera audiencia para discutirlo tendrá efecto este viernes.
Además de Schumer, Durbin y Graham, el grupo está integrado por los demócratas Michael Bennet (Colorado) y Bob Menéndez (Nueva Jersey), y por los republicanos John McCain y Jeff Flake (ambos de Arizona), y Marco Rubio (Florida).