El virtual candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Mitt Romney, llevó este lunes su campaña hasta el estado de la Florida e incluyó una escala de su autobús electoral en la ciudad de Miami, donde el voto hispano es mayoritario.
Rompiendo la tradición, Romney no programó en su periplo una parada en el famoso restaurante Versalles, en la Pequeña Habana, lugar tradicionalmente frecuentado por presidentes, legisladores y políticos que buscan granjearse el respaldo de la poderosa comunidad cubanoamericana de la ciudad.
En su lugar, el republicano hizo un alto en el Palacio de los Jugos, situado a sólo unas pocas millas al sur del restaurante, y un sitio mucho más modesto, en apariencia y en precios, y muy visitado no sólo por cubanos sino por miembros de la comunidad hispana en general.
Romney fue recibido por una entusiasta multitud de simpatizantes que lo ovacionó en cada mención que hizo del senador Marco Rubio, quien en compañía de los congresistas también cubanoamericanos, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart concurrieron al acto de campaña.
El candidato republicano destacó la vida de Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, como ejemplo del sueño americano, y destacó que su familia dio siempre crédito al trabajo duro y a las posibilidades de conseguir el éxito en EE.UU.
"Yo crearía los empleos que la gente necesita. Sé como hacerlo. Voy a ayudar a las pequeñas empresas", dijo el candidato republicano entre aplausos y gritos de "Romney Romney".
Previamente, estuvo en la ciudad de St.Augustine, en el norte del estado y tenía previsto también un acto en Orlando, que terminó siendo cancelado. Su gira electoral en autobús ha incluido paradas además en los estados de Virginia, Ohio y Wisconsin.
Según la portavoz de campaña de Romney, Alison Hawkins, el candidato republicano “visitará muchísimos negocios durante la campaña”, sin preferencias específicas por un sitio u otro. “Al venir a Miami les muestra (a los hispanos) cuán importante es su voto”, subrayó.
La importancia del voto latino se acentúa en Florida porque por el estilo a Colorado, Nevada y Nuevo México, se trata de un estado impredecible para los partidos y que a última hora lo mismo podría apoyar a un presidente demócrata que a uno republicano.
Por razones de seguridad, el Servicio Secreto pidió cerrar el Palacio de los Jugos situado exactamente en una esquina de Coral Way, una de las calles de más circulación en Miami.
La visita tiene efecto sólo dos días después de que el candidato republicano anunció que llevará como compañero de boleta a Paul Ryan, una elección que según algunos analistas podría ocasionarle ciertos problemas en el sur de Florida -- con gran presencia de cubanos--, puesto que el congresista cuestionó en el pasado al embargo a la isla.
Las propuestas de Ryan para reformar el seguro de salud del gobierno que beneficia a los estadounidenses mayores de 65 años (Medicare), también ha suscitado alarma y rechazo en gran parte de ese sector de la población hispana. Los votantes de más de 50 años constituyen más de la mitad del electorado en el estado de la Florida.
Rompiendo la tradición, Romney no programó en su periplo una parada en el famoso restaurante Versalles, en la Pequeña Habana, lugar tradicionalmente frecuentado por presidentes, legisladores y políticos que buscan granjearse el respaldo de la poderosa comunidad cubanoamericana de la ciudad.
En su lugar, el republicano hizo un alto en el Palacio de los Jugos, situado a sólo unas pocas millas al sur del restaurante, y un sitio mucho más modesto, en apariencia y en precios, y muy visitado no sólo por cubanos sino por miembros de la comunidad hispana en general.
Romney fue recibido por una entusiasta multitud de simpatizantes que lo ovacionó en cada mención que hizo del senador Marco Rubio, quien en compañía de los congresistas también cubanoamericanos, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart concurrieron al acto de campaña.
El candidato republicano destacó la vida de Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, como ejemplo del sueño americano, y destacó que su familia dio siempre crédito al trabajo duro y a las posibilidades de conseguir el éxito en EE.UU.
"Yo crearía los empleos que la gente necesita. Sé como hacerlo. Voy a ayudar a las pequeñas empresas", dijo el candidato republicano entre aplausos y gritos de "Romney Romney".
Previamente, estuvo en la ciudad de St.Augustine, en el norte del estado y tenía previsto también un acto en Orlando, que terminó siendo cancelado. Su gira electoral en autobús ha incluido paradas además en los estados de Virginia, Ohio y Wisconsin.
Según la portavoz de campaña de Romney, Alison Hawkins, el candidato republicano “visitará muchísimos negocios durante la campaña”, sin preferencias específicas por un sitio u otro. “Al venir a Miami les muestra (a los hispanos) cuán importante es su voto”, subrayó.
La importancia del voto latino se acentúa en Florida porque por el estilo a Colorado, Nevada y Nuevo México, se trata de un estado impredecible para los partidos y que a última hora lo mismo podría apoyar a un presidente demócrata que a uno republicano.
Por razones de seguridad, el Servicio Secreto pidió cerrar el Palacio de los Jugos situado exactamente en una esquina de Coral Way, una de las calles de más circulación en Miami.
La visita tiene efecto sólo dos días después de que el candidato republicano anunció que llevará como compañero de boleta a Paul Ryan, una elección que según algunos analistas podría ocasionarle ciertos problemas en el sur de Florida -- con gran presencia de cubanos--, puesto que el congresista cuestionó en el pasado al embargo a la isla.
Las propuestas de Ryan para reformar el seguro de salud del gobierno que beneficia a los estadounidenses mayores de 65 años (Medicare), también ha suscitado alarma y rechazo en gran parte de ese sector de la población hispana. Los votantes de más de 50 años constituyen más de la mitad del electorado en el estado de la Florida.