Buscando ganarse el respaldo de los votantes de clase media en los comicios de noviembre próximo, el virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, culpó al presidente Barack Obama de haber alentado una “cultura de la dependencia” entre los estadounidenses.
Haciendo campaña electoral cerca de la ciudad de Chicago, un bastión político de Obama, Romney insinuó que éste había desmantelado la reforma del sistema de bienestar social llevada a cabo por el presidente Bill Clinton.
“Pondremos fin a una cultura de la dependencia y restauraremos una cultura del trabajo duro”, dijo Romney en un mitin, declaraciones que luego el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, calificó de “categóricamente falsas y abiertamente deshonestas”.
El candidato republicano ha elogiado las reformas aprobadas por el demócrata Clinton como un gran logro que alentó a los estadounidenses a trabajar, y las contrasta como todo lo contrario de lo que a su juicio está haciendo Obama.
El equipo de campaña de Romney ha puesto en primer plano electoral el tema de la seguridad social para argumentar que Obama es un liberal que busca favorecer a los pobres sacrificando el bienestar de la clase media del país.
También tratan de convencer a los electores de que hay grandes diferencias entre el actual presidente y Clinton, un demócrata que aún goza de marcada popularidad en EE.UU.
Tanto es así que el equipo de campaña de Obama no subestima el respaldo que puede brindarle el ex presidente, que ha sido designado como uno de los principales oradores de la Convención Nacional Demócrata que tendrá lugar en Carolina del Norte a principios del mes próximo.
Clinton también está ayudando al supercomité de acción política Priorities USA Action a incrementar los fondos de la campaña de Obama, y la semana entrante será anfitrión de un evento de recaudación en Nueva York.
Haciendo campaña electoral cerca de la ciudad de Chicago, un bastión político de Obama, Romney insinuó que éste había desmantelado la reforma del sistema de bienestar social llevada a cabo por el presidente Bill Clinton.
“Pondremos fin a una cultura de la dependencia y restauraremos una cultura del trabajo duro”, dijo Romney en un mitin, declaraciones que luego el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, calificó de “categóricamente falsas y abiertamente deshonestas”.
El candidato republicano ha elogiado las reformas aprobadas por el demócrata Clinton como un gran logro que alentó a los estadounidenses a trabajar, y las contrasta como todo lo contrario de lo que a su juicio está haciendo Obama.
El equipo de campaña de Romney ha puesto en primer plano electoral el tema de la seguridad social para argumentar que Obama es un liberal que busca favorecer a los pobres sacrificando el bienestar de la clase media del país.
También tratan de convencer a los electores de que hay grandes diferencias entre el actual presidente y Clinton, un demócrata que aún goza de marcada popularidad en EE.UU.
Tanto es así que el equipo de campaña de Obama no subestima el respaldo que puede brindarle el ex presidente, que ha sido designado como uno de los principales oradores de la Convención Nacional Demócrata que tendrá lugar en Carolina del Norte a principios del mes próximo.
Clinton también está ayudando al supercomité de acción política Priorities USA Action a incrementar los fondos de la campaña de Obama, y la semana entrante será anfitrión de un evento de recaudación en Nueva York.
