Un grupo bipartidista de senadores llegó el miércoles a un acuerdo sobre la venta de armas que ampliaría las verificaciones de antecedentes de quienes deseen adquirir armas.
El trato ampliaría las verificaciones para que abarquen todas las ventas comerciales, como por ejemplo las que se hacen en exposiciones de armas y a través de internet. Las transacciones privadas sin fines de lucro, como las efectuadas entre parientes, estarían exentas.
El senador demócrata Joe Manchin y el republicano Pat Toomey anunciaron el pacto y explicaron que la idea es que las armas no lleguen a los criminales y a los enfermos mentales de manera tan fácil.
La poderosa Asociación Nacional de Compradores de Armas (NRA) rechazó de inmediato el acuerdo, asegurando en un comunicado de prensa que la verificación de antecedentes no evitará la próxima matanza ni hará las escuelas más seguras.
Los partidarios del control de las armas consideran que la verificación de antecedentes de los posibles compradores es la más efectiva de las propuestas que el Congreso está sopesando para disminuir la violencia con armas de fuego, sin embargo el trato no estará completo hasta que se vote por el mismo.
Al menos 14 senadores republicanos habían amenazado con valerse del “filibusterismo” (táctica dilatoria permitida en el Capitolio) bajo el argumento de que una nueva legislación sobre control de armas lesionaría los derechos de los ciudadanos que respetan la ley y ayudaría bien poco a reducir los delitos.
Según el senador republicano por Utah Mike Lee “mientras más personas se enteran de las consecuencias de las actuales propuestas para el control de armas de fuego, son menos los que respaldan las nuevas restricciones”.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dio un primer paso el lunes en busca de propiciar una votación y dijo que a los republicanos “debería darles vergüenza” no aprobar la propuesta en respeto a los familiares de las víctimas de la matanza escolar en Newtown en diciembre último.
De mantenerse las trabas prometidas por los republicanos, los demócratas tendrían que reunir 60 votos (de los 100 del Senado) para que la propuesta consiga luz verde. Los demócratas son mayoría en la cámara alta, pero sólo tienen 54 escaños.
El trato ampliaría las verificaciones para que abarquen todas las ventas comerciales, como por ejemplo las que se hacen en exposiciones de armas y a través de internet. Las transacciones privadas sin fines de lucro, como las efectuadas entre parientes, estarían exentas.
El senador demócrata Joe Manchin y el republicano Pat Toomey anunciaron el pacto y explicaron que la idea es que las armas no lleguen a los criminales y a los enfermos mentales de manera tan fácil.
La poderosa Asociación Nacional de Compradores de Armas (NRA) rechazó de inmediato el acuerdo, asegurando en un comunicado de prensa que la verificación de antecedentes no evitará la próxima matanza ni hará las escuelas más seguras.
Los partidarios del control de las armas consideran que la verificación de antecedentes de los posibles compradores es la más efectiva de las propuestas que el Congreso está sopesando para disminuir la violencia con armas de fuego, sin embargo el trato no estará completo hasta que se vote por el mismo.
Al menos 14 senadores republicanos habían amenazado con valerse del “filibusterismo” (táctica dilatoria permitida en el Capitolio) bajo el argumento de que una nueva legislación sobre control de armas lesionaría los derechos de los ciudadanos que respetan la ley y ayudaría bien poco a reducir los delitos.
Según el senador republicano por Utah Mike Lee “mientras más personas se enteran de las consecuencias de las actuales propuestas para el control de armas de fuego, son menos los que respaldan las nuevas restricciones”.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dio un primer paso el lunes en busca de propiciar una votación y dijo que a los republicanos “debería darles vergüenza” no aprobar la propuesta en respeto a los familiares de las víctimas de la matanza escolar en Newtown en diciembre último.
De mantenerse las trabas prometidas por los republicanos, los demócratas tendrían que reunir 60 votos (de los 100 del Senado) para que la propuesta consiga luz verde. Los demócratas son mayoría en la cámara alta, pero sólo tienen 54 escaños.