El excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. (NSA) Edward Snowden ha visto abrírseles los cielos después de que la víspera los presidentes de Venezuela y Nicaragua, y el de Bolivia este sábado, declararon estar dispuestos a ofrecerle asilo.
Snowen lleva dos semanas bloqueado y sin paradero seguro en el aeropuerto internacional de Moscú.
Su caso ya había desatado una crisis diplomática entre el bloque de naciones suramericanas de UNASUR y los países europeos, entre ellos Italia, Francia y Portugal que le negaron el paso por su espacio aéreo al presidente boliviano, Evo Morales, por sospechas de que el fugitivo estadounidense iba a bordo de la aeronave procedente de la capital rusa.
Ahora el controvertido incidente internacional amenaza con añadir más pólvora a las ya tirantes relaciones de EE.UU. con los países de la llamada Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), de la que Venezuela y Nicaragua forman parte, y que desde su fundación en 2004 tiene como principal blanco de ataque las políticas de Washington.
El ofrecimiento de los presidentes venezolano, Nicolás Maduro, y nicaragüense, Daniel Ortega, es continuidad de la minicumbre celebrada el jueves cuando cinco mandatarios, de los 12 de UNASUR, incluido Maduro, acudieron a Cochabamba a solidarizarse con Morales: Cristina Fernández (Argentina); Rafael Correa (Ecuador); José Mujica (Uruguay) y Desi Bouterse (Surinam).
Ante unos tres mil seguidores que se reunieron en un acto público de respaldo a su favor en la ciudad de Cochabamba, antes de la minicumbre, el presidente de Bolivia, cuyo país también es miembro del ALBA dijo: "No me va a temblar la mano para cerrar esa embajada (estadounidense). Sin EE.UU. estamos mejor”.
Por su parte, otro de los integrantes del bloque regional, el presidente ecuatoriano Rafael Correa , calificó lo sucedido a Morales de “extremadamente grave” y cuestionó lo que según dijo es la doble moral de algunas naciones. “O nos graduamos de colonias --señaló-- o nos perpetuamos como pueblos libres”.
Las opciones para Snowden, perseguido por la justicia estadounidense, se habían reducido casi a la nada después de que el sitio en Internet Wikileaks, que ofreció protección al fugitivo, informó que se habían presentado solicitudes de asilo a otros seis países, en adición a una veintena formuladas días atrás, y que en su mayoría fueron de inmediato rechazadas.
Para Moscú la oferta venezolana representa un enorme alivio. De hecho, Alexei Pushkov, jefe de la comisión de Asuntos Exteriores de la Duma, Cámara Baja del parlamento ruso, dijo que “sería la mejor solución” dado que Venezuela ya tiene “un serio conflicto” con EE.UU., un reconocimiento tácito de que Rusia no lo desea tener.
Las preguntas que ahora muchos se hacen son: ¿Afectará el caso Snowden los nexos políticos y económicos de una buena parte de los países latinoamericanos con Europa? ¿Podrán ser más tensas de lo que ya son las relaciones entre Caracas y Washington? Solo el tiempo lo dirá.
Snowen lleva dos semanas bloqueado y sin paradero seguro en el aeropuerto internacional de Moscú.
Su caso ya había desatado una crisis diplomática entre el bloque de naciones suramericanas de UNASUR y los países europeos, entre ellos Italia, Francia y Portugal que le negaron el paso por su espacio aéreo al presidente boliviano, Evo Morales, por sospechas de que el fugitivo estadounidense iba a bordo de la aeronave procedente de la capital rusa.
Ahora el controvertido incidente internacional amenaza con añadir más pólvora a las ya tirantes relaciones de EE.UU. con los países de la llamada Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), de la que Venezuela y Nicaragua forman parte, y que desde su fundación en 2004 tiene como principal blanco de ataque las políticas de Washington.
El ofrecimiento de los presidentes venezolano, Nicolás Maduro, y nicaragüense, Daniel Ortega, es continuidad de la minicumbre celebrada el jueves cuando cinco mandatarios, de los 12 de UNASUR, incluido Maduro, acudieron a Cochabamba a solidarizarse con Morales: Cristina Fernández (Argentina); Rafael Correa (Ecuador); José Mujica (Uruguay) y Desi Bouterse (Surinam).
Ante unos tres mil seguidores que se reunieron en un acto público de respaldo a su favor en la ciudad de Cochabamba, antes de la minicumbre, el presidente de Bolivia, cuyo país también es miembro del ALBA dijo: "No me va a temblar la mano para cerrar esa embajada (estadounidense). Sin EE.UU. estamos mejor”.
Por su parte, otro de los integrantes del bloque regional, el presidente ecuatoriano Rafael Correa , calificó lo sucedido a Morales de “extremadamente grave” y cuestionó lo que según dijo es la doble moral de algunas naciones. “O nos graduamos de colonias --señaló-- o nos perpetuamos como pueblos libres”.
Las opciones para Snowden, perseguido por la justicia estadounidense, se habían reducido casi a la nada después de que el sitio en Internet Wikileaks, que ofreció protección al fugitivo, informó que se habían presentado solicitudes de asilo a otros seis países, en adición a una veintena formuladas días atrás, y que en su mayoría fueron de inmediato rechazadas.
Para Moscú la oferta venezolana representa un enorme alivio. De hecho, Alexei Pushkov, jefe de la comisión de Asuntos Exteriores de la Duma, Cámara Baja del parlamento ruso, dijo que “sería la mejor solución” dado que Venezuela ya tiene “un serio conflicto” con EE.UU., un reconocimiento tácito de que Rusia no lo desea tener.
Las preguntas que ahora muchos se hacen son: ¿Afectará el caso Snowden los nexos políticos y económicos de una buena parte de los países latinoamericanos con Europa? ¿Podrán ser más tensas de lo que ya son las relaciones entre Caracas y Washington? Solo el tiempo lo dirá.