Como cada último lunes de mayo, millones de estadounidense conmemoran hoy el feriado en EE.UU. del Día de los Caídos o Memorial Day, fecha en que rinden homenaje de recordación a sus soldados que murieron en combate.
En el acto oficial, en el Cementerio Nacional de Arlington, en las afueras de Washington, el presidente Barack Obama recordó a los “patriotas caídos” y alabó a las tropas estadounidenses por haber permitido a EE.UU. llegar a un momento crucial: el fin de la guerra en Afganistán.
Obama colocó una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido y puso de relieve que los hombres y mujeres miembros de las fuerzas armadas estadounidense han llevado durante más de 12 años sobre sus hombros la “responsabilidad de la seguridad de la nación” en Irak y Afganistán.
A propósito de la conmemoración, señaló previamente en un mensaje a la nación que el fin de semana que coincide con la fecha constituye ya por tradición una oportunidad en la que los estadounidenses se reúnen con amigos y familiares.
“Más importante—dijo—es que es un momento para recordar a los héroes cuyos sacrificios hicieron posible estos momentos, a nuestros hombres y mujeres en uniforme que dieron sus vidas para mantener segura y libre a nuestra nación”.
En su mensaje, Obama destacó que EE.UU. es un país que nació del deseo de ser libre y que cada día desde entonces ha sido protegido por sus fuerzas armadas.
Esas fuerzas las integran, recalcó, quienes “creyeron tan profundamente en EE.UU. que estuvieron dispuestos a dar sus vidas (…) Su servicio y sacrificio nunca serán olvidados”.
El presidente, que regresó a Washington en la madrugada luego de un sorpresivo viaje a Afganistán, pronunció un emotivo discurso en Arlington en el que destacó el sufrimiento de esposas, madres e hijos que han perdido a sus seres queridos en combate.
En el acto oficial, en el Cementerio Nacional de Arlington, en las afueras de Washington, el presidente Barack Obama recordó a los “patriotas caídos” y alabó a las tropas estadounidenses por haber permitido a EE.UU. llegar a un momento crucial: el fin de la guerra en Afganistán.
Obama colocó una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido y puso de relieve que los hombres y mujeres miembros de las fuerzas armadas estadounidense han llevado durante más de 12 años sobre sus hombros la “responsabilidad de la seguridad de la nación” en Irak y Afganistán.
A propósito de la conmemoración, señaló previamente en un mensaje a la nación que el fin de semana que coincide con la fecha constituye ya por tradición una oportunidad en la que los estadounidenses se reúnen con amigos y familiares.
“Más importante—dijo—es que es un momento para recordar a los héroes cuyos sacrificios hicieron posible estos momentos, a nuestros hombres y mujeres en uniforme que dieron sus vidas para mantener segura y libre a nuestra nación”.
En su mensaje, Obama destacó que EE.UU. es un país que nació del deseo de ser libre y que cada día desde entonces ha sido protegido por sus fuerzas armadas.
Esas fuerzas las integran, recalcó, quienes “creyeron tan profundamente en EE.UU. que estuvieron dispuestos a dar sus vidas (…) Su servicio y sacrificio nunca serán olvidados”.
El presidente, que regresó a Washington en la madrugada luego de un sorpresivo viaje a Afganistán, pronunció un emotivo discurso en Arlington en el que destacó el sufrimiento de esposas, madres e hijos que han perdido a sus seres queridos en combate.