Los primeros tanques M1 Abrams de fabricación estadounidense fueron entregados a Ucrania, meses antes de las estimaciones iniciales y a tiempo para ser utilizados en la contraofensiva de Kiev contra las fuerzas rusas en el sur del país.

Este lote inicial de los 31 prometidos por EEUU representa un nuevo esfuerzo de los aliados occidentales en esta guerra, cuando un año atrás ni querían enviar un tanque para evitar una participación directa contra Moscú.

Volodymyr Zelenskyy en Telegram dijo: "¡Agradezco a los aliados por el cumplimiento de los acuerdos! Estamos buscando nuevos contratos, ampliando la geografía del suministro".

La llegada ocurre cuando Ucrania informó el lunes que mató al comandante de la flota rusa del Mar Negro, Viktor Sokolov, en un ataque con misiles contra el cuartel general naval en la Crimea, ocupado el pasado viernes. Moscú aún no confirmó el asunto, mientras que Kiev no brindó evidencias.

Para los analistas militares, de ser confirmada su muerte, sería un logro notable.

James Stavridis, excomandante supremo aliado de la OTAN en X, anteriormente Twitter, destacó: "Creo que hay que retroceder a la Segunda Guerra Mundial para encontrar a otro almirante muerto en combate".

El jefe de inteligencia de Ucrania, Kyrylo Budanov, dijo a la Voz de América que al menos nueve personas murieron y otras 16 resultaron heridas en el ataque. “Aún se está determinando el número de militares heridos, no empleados del cuartel general. Estos son soldados de servicio, personal de seguridad y demás; no están incluidos en la lista que les di”, dijo.

En conclusión, según Kiev, Ucrania en los últimos días finalmente rompió las líneas rusas en la región de Zaporizhia y espera lograr más avances en territorio enemigo. Al mismo tiempo, reconoció que hasta ahora el avance fue más lento de lo que se esperaba.