Esta vez el frentazo de gol de Yerry Mina no le alcanzó a Colombia en el Mundial.
El central de 1,95 metros se elevó entre varios compañeros, superó la marca del zaguero Harry Maguire y remató picado para mandar a la red el balón enviado en un córner.
Mina le dio así el empate a los colombianos contra Inglaterra cuando se jugaba el tercer minuto de reposición en el segundo tiempo del partido por los octavos de final el martes. Se tuvo que ir un alargue y luego a la tanda de los penales.
Colombia perdió por esa vía 4-3 y se despidió de Rusia.
Pero sin duda que de Mina se hablará de ahora en adelante tras un Mundial en el que facturó tres veces con su cabeza.
El central del Barcelona de España mantuvo a flote a Colombia en un partido en que la selección dirigida por José Pekerman acusó la ausencia de su conductor James Rodríguez, quien fue baja por una lesión muscular y ni siquiera salió como suplente contra los ingleses.
"De Yerry no me sorprende nada porque siempre pensé que él podía dar esto", dijo Pekerman en la rueda de prensa tras la eliminación "Es un jugador que tienen virtudes enormes".
Mina, de 23 años, venía de cumplir un frustrante primer semestre con el Barcelona. Quedó relegado al banco de suplentes del campeón de la liga española tras llegar en enero procedente del Palmeiras de Brasil.
"Lo recuperamos en el Mundial y lo vimos en plenitud no solo por los goles sino también por su nivel de juego y forma de jugar", resaltó Pekerman.
El central se hizo notar con su primer tanto de cabeza en la goleada sobre Polonia por 3-0 en el segundo compromiso de la ronda de grupos, un triunfo que recuperó a Colombia de su estrepitosa caída ante Japón en el estreno.
En el siguiente partido fue el héroe al marcar el gol, también de cabeza, que le dio la victoria trabajosa a Colombia por 1-0 sobre Senegal y su clasificación a los octavos de final.