Los líderes del Grupo de las Siete economías más industrializadas del mundo (G-7) llevaron a cabo este jueves en Bruselas el segundo día de reuniones enfocadas en el involucramiento ruso en la crisis de Ucrania.
Al término de la cumbre, en una rueda de prensa junto con el primer ministro británico, David Cameron, Obama dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, debe reconocer y trabajar con el nuevo gobierno electo en Ucrania, y frenar las “provocaciones” a lo largo de la frontera.
“Tendremos oportunidad de ver qué hace el señor Putin en las próximas dos, tres, cuatro semanas—señaló—y si mantiene el actual curso, entonces ya hemos indicado qué tipo de medidas estamos preparados para adoptar”.
La noche del miércoles, los líderes del G-7 urgieron a Moscú a respetar los resultados de la elección presidencial en Ucrania, detener el flujo de combatientes y armas a la parte oriental del país, y completar el retiro de las tropas en la frontera con ese país.
El comunicado conjunto advierte con “intensificar sanciones específicas e implementar medidas restrictivas adicionales y significativas contra Rusia, si así lo requieren las circunstancias”.
El presidente ruso Vladimir Putin, quien no fue invitado a la cumbre como respuesta a la anexión de la península Crimea en marzo, desestimó el boicot, pero insistió que está abierto al diálogo con el presidente electo de Ucrania, Petro Poroshenko.
De hecho, la agencia estatal rusa Itar-Tass aseguró que el embajador de Rusia en Ucrania, Mikhail Zurabov, ha recibido instrucciones de asistir a la ceremonia de toma de posesión de Poroshenko el 7 de junio.
Putin tiene previsto reunirse el viernes con el presidente francés Francois Hollande, el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Las reuniones tendrán lugar en el marco de las ceremonias del 70 aniversario del Día-D en Normandía.
Al término de la cumbre, en una rueda de prensa junto con el primer ministro británico, David Cameron, Obama dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, debe reconocer y trabajar con el nuevo gobierno electo en Ucrania, y frenar las “provocaciones” a lo largo de la frontera.
“Tendremos oportunidad de ver qué hace el señor Putin en las próximas dos, tres, cuatro semanas—señaló—y si mantiene el actual curso, entonces ya hemos indicado qué tipo de medidas estamos preparados para adoptar”.
La noche del miércoles, los líderes del G-7 urgieron a Moscú a respetar los resultados de la elección presidencial en Ucrania, detener el flujo de combatientes y armas a la parte oriental del país, y completar el retiro de las tropas en la frontera con ese país.
El comunicado conjunto advierte con “intensificar sanciones específicas e implementar medidas restrictivas adicionales y significativas contra Rusia, si así lo requieren las circunstancias”.
El presidente ruso Vladimir Putin, quien no fue invitado a la cumbre como respuesta a la anexión de la península Crimea en marzo, desestimó el boicot, pero insistió que está abierto al diálogo con el presidente electo de Ucrania, Petro Poroshenko.
De hecho, la agencia estatal rusa Itar-Tass aseguró que el embajador de Rusia en Ucrania, Mikhail Zurabov, ha recibido instrucciones de asistir a la ceremonia de toma de posesión de Poroshenko el 7 de junio.
Putin tiene previsto reunirse el viernes con el presidente francés Francois Hollande, el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Las reuniones tendrán lugar en el marco de las ceremonias del 70 aniversario del Día-D en Normandía.
