El gobierno del presidente Donald Trump anulará una directiva de la era Obama que animaba a los colegios a tener en cuenta la raza de los estudiantes para promover la diversidad en las admisiones, dijo un funcionario el martes.
El cambio daría el visto bueno del gobierno a que los colegios y las universidades adopten un enfoque neutral respecto a la raza de los estudiantes que consideren en los procesos de admisión. La directriz no tiene fuerza de ley, pero los colegios podrían usarla para defenderse contra demandas por sus políticas de admisión.
La acción del gobierno viene en medio de un futuro cambio en la Corte Suprema, el cual se espera que genere una visión más crítica hacia las políticas de discriminación positiva en los colegios.
La más reciente resolución de la corte sobre el tema reforzó el uso de la raza, entre otros factores, en el proceso de admisión a las universidades. El autor de esa opinión, el juez Anthony Kennedy, anunció su renuncia la semana pasada, dándole al presidente Trump la oportunidad de reemplazarlo por un juez que sea más escéptico sobre la discriminación positiva.
Se espera que los Departamentos de Justicia y de Educación emitan un anuncio formal en la tarde del martes, de acuerdo con un funcionario que habló con The Associated Press en condición de anonimato.
La directiva del gobierno de Obama daba a los colegios un marco para “considerar la raza para promover los intereses en alcanzar la diversidad y evitar el aislamiento racial”.
En un documento normativo del 2011, el gobierno dijo que las escuelas tienen un “fuerte interés” en garantizar un alumnado diverso y que, mientras la raza no debe ser el factor principal al admitir o no a un alumno, los colegios pueden considerarla legalmente con el objetivo de conseguir la diversidad.
“No se requiere a las instituciones que implementen posturas neutrales sobre la raza si, a su juicio, las posturas son ineficientes”, decía la directiva. “En algunos casos, los enfoques que son neutrales con la raza serán inviables porque serán inefectivos para alcanzar la diversidad que la institución busca”.
El planteamiento de Obama reemplazó una política de la era Bush de una década anterior que desaconsejaba el uso de los programas de discriminación positiva y, en cambio, promovía el uso de alternativas neutrales respecto a la raza, como planes de cuotas y programas de diversidad económica.
La administración Trump señaló el martes que planeaba reinstalar la filosofía del presidente Bush.
Diversos grupos de libertades civiles deploraron la medida, diciendo que iba en contra de décadas de resoluciones judiciales que permitían que las universidades y los colegios tuvieeran en cuenta la raza.
“Condenamos el ataque políticamente motivado del Departamento de Educación a la discriminación positiva y su intento deliberado de disuadir a las universidades de buscar la diversidad racial”, dijo Kristen Clarke, presidenta y directora ejecutiva del Lawyer’s Comitee for Civil Rights Under Law, en un comunicado.
En el 2016, la Corte Suprema, en una opinión escrita por Kennedy, concedió la victoria a las políticas de discriminación positiva al permitir que la raza fuese uno de los factores a tener en cuenta en el proceso de admisión de las universidades.
Kennedy escribió que el plan de admisión de la Universidad de Texas estaba en línea con anteriores decisiones judiciales que permitían considerar la raza para promover la diversidad en las universidades.
Ocho estados prohíben ya el uso de la raza en los procesos de admisión de las universidades públicas: Arizona, California, Florida, Michigan, Nebraska, New Hampshire, Oklahoma and Washington.