La administración de Trump quiere eliminar la protección federal automática para plantas y animales amenazados, una medida que causaría malestar entre los ambientalistas pero favorecería a la industria.
Una propuesta presentada el jueves ya no otorgaría a las especies amenazadas la misma protección instantánea otorgada a las especies en peligro de extinción. También limitaría lo que puede declararse un hábitat crítico para tales plantas y animales.
Funcionarios del Departamento del Interior y del Servicio de Pesca y Vida Silvestre dijeron el jueves que quieren simplificar las regulaciones y que las reglas actuales bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción son inconsistentes y confusas.
El subsecretario de Interior, David Bernhardt, dijo que las nuevas reglas seguirían protegiendo a los animales en peligro de extinción.
"Al mismo tiempo, esperamos que aligeren parte de la carga innecesaria, el conflicto y la incertidumbre dentro de nuestra estructura regulatoria actual", agregó.
Sin embargo, los conservacionistas llamaron a los cambios una "bola de demolición" y un regalo para las grandes empresas.
"Podrían decidir que la construcción en un hábitat de especies o la tala de árboles donde anidan las aves no constituye un daño", dijo Noah Greenwald, del Centro de Diversidad Biológica.
Las industrias como la tala, la minería y la extracción de petróleo se han quejado durante mucho tiempo de que la Ley Especial para Especies en peligro de extinción les ha impedido acceder a nuevas fuentes de energía y ha obstaculizado el desarrollo económico.