La fuerte corriente de El Niño 2015 "ha creado ya un caos climático alrededor del mundo" y no muestra signos de disminución, según informa la NASA en su página web.
Lejos de eso, y basados en las más recientes imágenes de satélite correspondientes al 27 de diciembre, la NASA vaticina que en los próximos meses se esperan mayores impactos en Estados Unidos.
El Niño de este año ha causado que la capa de agua caliente que normalmente se acumula alrededor de Australia e Indonesia adelgace drásticamente, mientras que en el Pacífico tropical oriental, las aguas superficiales normalmente frías están cubiertas con una gruesa capa de agua caliente.
Como resultado ha disminuido la lluvia del sudeste asiático, con una reducción de las precipitaciones en Indonesia que ha contribuido al crecimiento de los incendios masivos que han cubierto la región con humo asfixiante.
El Niño también tiene que ver con las olas de calor en la India, causadas por las lluvias tardías del monzón, así como una disminución del nivel del mar de las islas del Pacífico, decoloración de los corales que está dañando los arrecifes, sequías en África del Sur, las inundaciones en América del Sur y una temporada de huracanes sin precedentes en el Pacífico tropical oriental.
En todo el mundo, la producción de arroz, trigo, café y otros cultivos ha sido duramente golpeada por la sequía y las inundaciones, lo que lleva a precios más altos.
En los Estados Unidos, muchos de los mayores impactos de El Niño se esperan a principios de 2016. Los meteorólogos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica predicen un cambio inducido por El Niño en los patrones de tiempo que comenzará en un futuro próximo, marcando el comienzo de varios meses relativamente fríos y húmedos en todo el sur de los Estados Unidos, y condiciones relativamente cálidas y secas sobre el norte.
Según las imágenes de satélite, El Niño abarca una superficie de 16 millones de kilómetros cuadrados, lo cual equivale a más de dos veces el tamaño de Estados Unidos.
Bill Patzert, climatólogo del Jet Propulsion Laboratory, dice que aunque no se puede predecir el momento exacto o la intensidad de los impactos de El Niño, para la agobiada California seguramente habrá alivio en lo que a su sequía respecta.
“Nos estamos preparando para ver el otro lado del ciclo del agua –la llegada de lluvias fuertes y constantes, además de nevadas”, dice.
No obstante, Patzert advierte que "de cara al verano, podríamos no estar celebrando la desaparición de este El Niño".
"Podría ser seguido por un La Niña, lo que podría traer efectos más o menos opuestos a la meteorología en el mundo".