El papa Francisco dijo el miércoles que estaba “desconsolado por la masacre” en una escuela primaria de Texas.
Durante su audiencia general semanal, el pontífice afirmó que rezaba por los niños y adultos asesinados y por sus familias. Un atacante de 18 años abrió fuego en una escuela de primaria en la localidad de Uvalde, de mayoría latina, y mató a al menos 19 niños y dos adultos antes de ser abatido por la policía.
“Es hora de decir ‘basta’ al comercio indiscriminado de armas", afirmó Francisco, quien pidió un nuevo compromiso “para que tragedias como esta no puedan volver a ocurrir”.
En Estados Unidos, el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, secundó el mensaje del papa diciendo que "la Segunda Enmienda no bajó del Sinaí".
"El derecho a portar armas nunca será más importante que la vida humana. Nuestros hijos también tienen derechos. Y nuestros funcionarios electos tienen el deber moral de protegerlos", escribió el cardenal en Twitter.
El papa lleva años arremetiendo contra la industria armamentística, calificando a los fabricantes de “mercaderes de la muerte”.
Con información de Associated Press
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