El Congreso de El Salvador aprobó el lunes una ley transitoria para establecer el precio máximo de venta de los combustibles y acordó que el estado subsidiará la diferencia derivada de cualquier obligación tributaria o aduanera para los importadores de combustible.
La cámara aprobó la iniciativa del presidente, Nayib Bukele, con 78 votos a favor de sus 84 diputados. Según la normativa, a partir del martes y durante dos meses, el galón de gasolina superior se venderá a 4,31 dólares, la gasolina regular a 4,15 dólares, y el diésel bajo en azufre a 4,14 dólares.
Como consecuencia del aumento del precio del petróleo a nivel internacional, el Ministerio de Economía había anunciado antes que a partir del martes los combustibles subirían entre 48 y 81 centavos de dólar.
En la presentación de la iniciativa, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, explicó que la medida tendrá un costo de 12,5 millones de dólares para el estado por cada quincena.
Bukele dijo durante un acto público que asumir el alza de los combustibles no solo beneficia a 1,2 millones de conductores, sino también a la cadena de suministros, al transporte de alimentos y mercaderías y al transporte colectivo y toda la cadena de costos que se vería impactada por el incremento.
Según la nueva norma, las importadoras están obligadas a trasladar al precio de venta a distribuidores mayoristas, clientes industriales y estaciones de servicio o gasolineras la reducción correspondiente, igual que en el caso de los mayoristas. El incumplimiento podría reportarles multas por el equivalente a hasta 500 salarios mínimos del sector comercio, unos 182.000 dólares, o de hasta 280 salarios mínimos, alrededor de 102.200 dólares, en el caso de las estaciones de servicio.
Para tratar de paliar la crisis económica en el país, el Congreso aprobó recientemente un descuento diferenciado del impuesto al valor agregado (IVA) para bajar el precio de los combustibles. Una semana antes se habían suspendido, durante tres meses, dos impuestos al combustible que suponían una reducción de 0,28 dólares por galón. Estos dos gravámenes se empleaban para pagar las pensiones de los veteranos de guerra y el subsidio al transporte colectivo.
En El Salvador, el consumidor paga un 13% de impuestos por cada galón de combustible, ya sea gasolina o diésel.
Entre las medidas gubernamentales para aliviar la crisis, que se ha acentuado con la invasión rusa de Ucrania, a principios de marzo se suprimió por un año el pago de aranceles a 20 productos, entre ellos cereales, aceites, mantecas, trigo, frutas y verduras, y alimentos para animales.
El gobierno también anunció que aumentará el subsidio del gas propano para un millón de hogares y no permitirá subidas de las tarifas eléctricas ni del pasaje del transporte colectivo, ya que los empresarios reciben subsidios.
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