Hubo una época en la que los libros no podían ser considerados obras de arte e incluso se llegaron a hacer quemas. El cine tardó varias décadas en poder ser considerado “el séptimo arte”.
Ahora la lucha por lograr ser reconocidos públicamente como algo más que un simple juguete la combaten los videojuegos, pero cuentan con la ayuda del curador Chris Melissinos, organizador de la exhibición “El Arte de los Videojuegos” en el Museo de Arte Americano Smithsonian en Washington DC.
Los juegos de hoy combinan imágenes, música, acciones y participación del jugador para contar historias a una audiencia en crecimiento, y esta exhibición quiere convertirse en una de las primeras en demostrar la evolución de los juegos a lo largo de 40 años.
La exhibición, que abrirá sus puertas el 16 de marzo de 2012, mostrará 80 juegos a través de imágenes y entrevistas con desarrolladores y artistas, así como una colección histórica de videoconsolas. Por supuesto en una exposición cuyo contenido está centrado en la interactividad no faltarán puestos para que los visitantes tengan sus manos en el juego.
La participación del visitante será imprescindible. Melissinos ha seleccionado 240 juegos divididos en cinco eras, cuatro géneros y varios sistemas, y desde el 14 de febrero hasta el 7 de abril invita a los usuarios a votar por internet los 80 juegos que consideran los más relevantes para la exhibición a través de su web oficial.
Mucho ha llovido desde los juegos de antaño en los que todo se reducía a disparar a cuatro figuras blancas en la pantalla. Los videojuegos de hoy no sólo son un mercado enormemente lucrativo que supera la recaudación de otros medios como el cine o la música, sino que además se han convertido en grandes obras creativas cuya influencia en la cultura popular es innegable.
Tanto el cine como la televisión han adaptado versiones de los videojuegos más populares como Tomb Raider o Resident Evil, e incluso en el área educativa y de formación profesional están teniendo un gran impacto. Los pilotos aéreos por ejemplo son capaces de entrenarse para situaciones especiales gracias a simulaciones de videojuegos y muchas escuelas buscan nuevas formas de aprovechar este medio para que los estudiantes aprendan a través de diversión.
La industria de los videojuegos seguirá luchando por hacerse huecos entre las grandes obras de arte, pero el hecho de que una institución tan prestigiosa como el Smithsonian le otorgue una exhibición sin duda le dará un fuerte empujón para convertir a los videojuegos en un nuevo arte que goce del reconocimiento que se merece.
