El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó el martes su voluntad de que la nación vuelva a colocarse a la cabeza de la fabricación mundial de automóviles, específicamente los eléctricos, un puesto que -recalcó varias veces- ha sido ocupado por China.
“Estados Unidos está de vuelta en la competencia. El siglo XXI, el futuro se construirá aquí mismo en Estados Unidos”, dijo Biden en una visita a la fábrica de automóviles de Ford Rouge, en Michigan para presentar parte de su plan de infraestructura, "American Jobs Plan”, en el que 174.000 millones de dólares estarían destinados para esta industria.
Se trata de una propuesta que debe ser aprobada por el Congreso, con fuerte oposición republicana.
El mandatario insistió en cómo China ha ocupado un puesto cimero en la fabricación de baterías para autos eléctricos, por lo que afirmó que “la industria automotriz estadounidense se encuentra en una encrucijada”.
El presidente demócrata ejemplificó que en la actualidad la nación asiática fabrica el 80% de las baterías eléctricas en el mundo. Por ello, alertó al mercado estadounidense: “China tiene una escala de fabricación más grande que todos los demás países y están usando esa escala para fabricar estas baterías no solo en China, sino que las están fabricando en Alemania y México y ahora exportan esos vehículos eléctricos a todo el mundo”.
En una hoja informativa distribuida más temprano el martes por la Casa Blanca aparece detallado el plan anunciado por Biden. En el mismo se enfatizan los incentivos para que la gente compre los automóviles, modificar los créditos fiscales para vehículos medianos y pesados libres de emisiones, y reconvertir a eléctrico de manera parcial un significativo porcentaje del parque de autobuses públicos y escolares en el país.
La publicación señala que en la actualidad, el mercado estadounidense vende solamente un tercio de vehículos eléctricos, comparado con la cantidad que comercia China.
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