Los once nuevos senadores que se incorporan a la Cámara Alta a partir de enero, son como promedio 16 años más jóvenes que sus predecesores, ocho son menores de 60 años y uno tiene solo 37.
Estos miembros de la generación X tienen ideas y experiencias completamente diferentes a los senadores novatos que entraron en la elección pasada, que tendían a ser simpatizantes del Tea Party.
Los recién llegados hoy –10 republicanos y un demócrata—ya tienen experiencia en el gobierno. Tres tuvieron puestos a nivel estatal, cinco son miembros de la Cámara de Representantes y por tanto, seguidores de John Boehner en sus luchas contra los conservadores más extremistas.
El más joven de la camada es Tom Cotton, de 37 años un republicano de Arkansas. El mayor es el republicano David Perdue, con 64 años.
De igual manera, en la Cámara de Representantes, Elise Stefanik, una republicana de Nueva York, es con 30 años la mujer más joven jamás elegida en una legislatura nacional. Comparte el hecho histórico con Mia Love, de 38 años, la primera mujer negra republicana que logra un escaño en el Congreso.
Otros datos estadísticos interesantes sobre la nueva legislatura son: 20 senadoras y 80 senadores, igual al balance actual; 29 latinos en la Cámara de Representantes, la cifra más alta hasta ahora; 46 afroestadounidenses, incluyendo tres republicanos; y el primer senador afroestadounidense del sur desde justo después de la Guerra Civil, Tim Scott, de Carolina del Sur.
El nuevo líder de la mayoría, Mitch McConnell, tiene 72 años.