El nuevo embajador de Estados Unidos en Afganistán, Ryan Crocker, dijo a los diplomáticos que asistieron a la ceremonia donde prestó juramento en Kabul, que el gobierno de Estados Unidos no tiene apuro por dejar el país.
Sin embargo, Crocker afirmó que Estados Unidos no tiene interés en mantener bases militares permanentes en Afganistán y que incluso después que las fuerzas estadounidenses salgan del país, tiiene confianza de que la comunidad internacional podrá trabajar con el gobierno afgano para evitar cualquier posible retorno forzoso del Talibán al poder.
Por su parte, el diario The Washington Post informó que fondos de un multimillonario contrato de transporte otorgado por Estados Unidos, en realidad terminó en poder del Talibán. Según el artículo, cuatro de las ocho compañías contratistas estaban involucradas en negocios ilegales o daban apoyo financiero al Talibán.
Investigadores descubrieron que en uno de los casos más de $3 millones de dólares fueron a parar a los insurgentes en la forma de armas, explosivos o dinero efectivo.