La economía estadounidense añadió 225.000 nuevos empleos en julio y la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en 4,9%, según dijo el viernes el Departamento de Trabajo.
Las cifras alivian un poco los temores de una ralentización durante este verano y son buenas noticias para los inversionistas que pronosticaban solo unos 180.000 nuevos empleos.
Lo sectores que más contrataron fueron los de servicios profesionales y negocios, salubridad y finanzas. Los gobiernos federal, estatales y locales contribuyeron con unas 38.000 plazas.
Los salarios se elevaron unos 8 centavos a $25,69, un 2,6% arriba de la misma época el año pasado.
El reporte de este mes puede tener incidencia en la decisión que debe tomar la Fed en septiembre sobre subir nuevamente la tasa de interés.
