En una compleja operación de ingeniería, las autoridades italianas intentaban enderezar el crucero Costa Concordia sumergido parcialmente en un accidente de 2012 en el que murieron unas 32 personas.
Los ingenieros utilizaban poleas y contrapesos para darle vuelta al buque que yace acostado 65 grados contra un arrecife en la costa toscana de la isla Giglio.
La técnica conocida en inglés como “parbuckling”, podría tardar unas 10 horas, y es la más ambiciosa alguna vez intentada. En 1943, el USS Oklahoma, hundido por los japoneses en Pearl Harbor, fue enderezado de esta manera, pero el Concordia –de 300 metros de envergadura y 115.000 toneladas—es el barco más grande que alguna vez haya sido puesto a flote nuevamente.
El Concordia chocó contra un arrecife en la noche del 13 de enero de 2012, cuando el capitán del navío, Francesco Schettino, se acercó demasiado a la costa rocosa de Giglio, parte de un archipiélago de aguas prístinas.
Schettino, que abandonó el barco en medio del caótico rescate, está siendo juzgado por homicidio.
Los ingenieros utilizaban poleas y contrapesos para darle vuelta al buque que yace acostado 65 grados contra un arrecife en la costa toscana de la isla Giglio.
La técnica conocida en inglés como “parbuckling”, podría tardar unas 10 horas, y es la más ambiciosa alguna vez intentada. En 1943, el USS Oklahoma, hundido por los japoneses en Pearl Harbor, fue enderezado de esta manera, pero el Concordia –de 300 metros de envergadura y 115.000 toneladas—es el barco más grande que alguna vez haya sido puesto a flote nuevamente.
El Concordia chocó contra un arrecife en la noche del 13 de enero de 2012, cuando el capitán del navío, Francesco Schettino, se acercó demasiado a la costa rocosa de Giglio, parte de un archipiélago de aguas prístinas.
Schettino, que abandonó el barco en medio del caótico rescate, está siendo juzgado por homicidio.