Cerca de 1,4 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a la electricidad. Casi 3 millones de personas emplean combustibles derivados del petróleo. Un millón más sólo tiene acceso a fuentes energéticas no confiables.
“Un sistema energético que mejore el acceso eficiente a las modernas formas de obtención de energía acercaría las oportunidades a los sectores desfavorecidos a escapar de los peores efectos de la pobreza”, señalan los especialistas que debaten la democratización de la energía sostenible en el Foro Privado que tiene lugar en Naciones Unidas.
El Foro propuso una serie de metas que deberá alcanzar en un plazo de 19 años, con el 2030 como fecha límite. Entre ellas, se encuentra el ofrecer el acceso universal a servicios modernos de energía; mejorar la eficiencia energética en un 40%; y producir un 30% de la energía global a partir de fuentes renovables.
