Las plagas y las enfermedades que atacan las cosechas de alimentos se están moviendo a latitudes más altas a medida que el cambio climático altera sus hábitats, de acuerdo a un nuevo estudio publicado en Nature Climate Change.
Con el grueso de la producción agrícola mundial que hoy en día tiene lugar en las zonas templadas, el estudio plantea cuestionamientos al futuro de la seguridad alimentaria en un mundo que se calienta más.
Solo las enfermedades en las plantas cobran un estimado de entre 10 y 16% de las cosechas mundiales, dicen los expertos, y destruyen entre el 6 y 12% adicionales luego de la cosecha.
Mientras tanto, las investigaciones han mostrado que las plantas y los animales salvajes se están moviendo hacia los polos a medida que el planeta se hace más cálido.
Eso ha provocado que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos haya ajustado hacia el norte su mapa de zonas que favorecen el cultivo de ciertas plantas.
La información vino de la organización para la investigación agrícola CABI, que comenzó a registrar datos de los países en desarrollo y de los industrializados desde hace un siglo y ahora sigue la pista a cientos de insectos y patógenos alrededor del mundo.
El biólogo Dan Bebber, de la Universidad de Exeter en Gran Bretaña, y sus colegas estudiaron 612 de ellos –desde virus y bacterias hasta gorgojos y mariposas—y encontraron que desde 1960, se han movido hacia los polos a una velocidad promedio de 3 kilómetros por año.
Eso coloca a algunas de las tierras más productivas del mundo en franco peligro.
El entomólogo Chirstian Krupke, de la Universidad de Purdue en Indiana señala que los resultados de las investigaciones son otra señal de alarma de lo que nos puede esperar en el futuro.
“Creo que muchos de estos estudios apuntan en la misma dirección en la que nos dicen, Ok, nos debemos interesar por el cambio climático. Tenemos que hacer algo más que cero”, dijo.
Con el grueso de la producción agrícola mundial que hoy en día tiene lugar en las zonas templadas, el estudio plantea cuestionamientos al futuro de la seguridad alimentaria en un mundo que se calienta más.
Solo las enfermedades en las plantas cobran un estimado de entre 10 y 16% de las cosechas mundiales, dicen los expertos, y destruyen entre el 6 y 12% adicionales luego de la cosecha.
Mientras tanto, las investigaciones han mostrado que las plantas y los animales salvajes se están moviendo hacia los polos a medida que el planeta se hace más cálido.
Eso ha provocado que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos haya ajustado hacia el norte su mapa de zonas que favorecen el cultivo de ciertas plantas.
La información vino de la organización para la investigación agrícola CABI, que comenzó a registrar datos de los países en desarrollo y de los industrializados desde hace un siglo y ahora sigue la pista a cientos de insectos y patógenos alrededor del mundo.
El biólogo Dan Bebber, de la Universidad de Exeter en Gran Bretaña, y sus colegas estudiaron 612 de ellos –desde virus y bacterias hasta gorgojos y mariposas—y encontraron que desde 1960, se han movido hacia los polos a una velocidad promedio de 3 kilómetros por año.
Eso coloca a algunas de las tierras más productivas del mundo en franco peligro.
El entomólogo Chirstian Krupke, de la Universidad de Purdue en Indiana señala que los resultados de las investigaciones son otra señal de alarma de lo que nos puede esperar en el futuro.
“Creo que muchos de estos estudios apuntan en la misma dirección en la que nos dicen, Ok, nos debemos interesar por el cambio climático. Tenemos que hacer algo más que cero”, dijo.