La cantante boliviana Julia Irigoyen ya era conocida en la ciudad de Cochabamba y aunque la música fue siempre su pasión, la pandemia que azota a su país y al mundo la lanzó a las redes sociales. Ahora se presenta como Julia Kani: "la youtuber gastronómica".
La idea surgió, -cuenta-, cuando la cuarentena obligatoria ordenada para poner freno al coronavirus puso en pausa su carrera al no tener más remedio que cancelar sus presentaciones y conciertos.
Fue también en la cuarentena donde perdió a su esposo, quien no sobrevivió al COVID-19.
"Mis hijos me animaron y mi esposo también, me decían qué rico que cocinas por qué no hacen los platitos típicos de Bolivia para subir al Facebook", contó a la Voz de América.
Esta artista comenzó su carrera en la música en la década de 1990, siendo una adolescente. Tras el nacimiento de sus hijos se apartó de los escenarios, pero en el 2004 grabó un disco como solista que tituló "Julia Irigoyen y los matadores del charango".
Su estilo a base de batería electrónica y charango, -un instrumento de cuerda usado en la región de la Cordillera de los Andes, con origen en el altiplano boliviano-, la llevó a países como Argentina, Brasil y Chile.
Platos típicos en YouTube y Facebook
Familiarizada como está con las cámaras gracias a años de carrera artística, Julia se ubica en mejor posición ahora que debuta como youtuber.
Con picardía presenta platos típicos de su región, preparados en horno de barro y leña. Sus hijos la apoyan grabando y editando los videos y preparando la mesa y los ingredientes previo a la tarea de mostrar lo que más le interesa: la cultura culinaria de Cochabamba.
Su iniciativa sugiere una señal de esperanza en medio la crisis sanitaria en Bolivia, que ha dejado hasta la fecha 7.478 muertos y unos 128.872 casos confirmados, según cifras oficiales.
"Con esta pandemia mucha gente se ha enfermado y a mí me ha tocado, mi esposo nos ha dejado (…) pero la gente (le dice) Julia dónde estás, queremos que nos sigas enseñando", dijo a la VOA.
Familia de artistas y emprendedores
La familia de Julia, que también incursiona en la música, la apoya en todos los proyectos que se propone.
Mientras avanza en las redes y es noticia con su canal de YouTube, esta boliviana ha comenzado a trabajar en otro sueño: tener un restaurant con su nombre artístico. Quiere posicionar su marca y continuar en las redes sociales.
[Versión de Rosa Tania Valdés]