Algunos dicen que la música es un remedio para el alma y otros, entre ellos tres artistas centroamericanos con los que conversó la Voz de América, estiman que es la razón por la que continúan adelante a pesar de que el COVID-19 les ha privado del contacto con el público. La tecnología, explican, ha sido la aliada que les permite decir fuerte y claro el mensaje contenido en cada una de sus piezas.
"Desde Guatemala"
El sector feminista de Guatemala, así como de otros países de Latinoamérica, se siente representado al escuchar el nombre de Rebeca Lane. Esta exponente del rap, socióloga y feminista guatemalteca ha dado otro sentido a la música al usarla como instrumento para denunciar las injusticias sociales de su país y reivindicar a las mujeres.
En 2017 se autoproclamó "Reina del Caos" con una canción que "habla de las lecciones de un pueblo sin memoria". En ella Lane criticaba la falta de democracia en Guatemala y la criminalización de las movilizaciones sociales, así como la supresión del movimiento feminista. Actualmente, sigue trabajando por desafiar ya no solo al Estado y a la clase política, también lo está haciendo con el COVID-19.
Durante el encierro, Rebeca lanzó las canciones: “Versos Tristes” y “A Veces”. Esta última -explica- le ha permitido “acompañar” a otros porque habla de los momentos de soledad y de introspección. Dijo que después del estreno recibió mensajes de agradecimiento de sus seguidores.
La artista cree que la música, en este momento de pandemia, permite crear un puente emocional entre las personas y a las mujeres sobre todo, quienes son el público al que se dirige, a quienes acompaña con sus letras y les habla.
Rebeca Lane ha hecho durante el periodo de confinamiento algunos conciertos en vivo, entre ellos FLOW FEMINISTA en la cual participaron otras exponentes del género y usaron la plataforma ZOOM para llegar a su público. También transmitió en línea en el festival de activismo #NADANOSDETIENE. Está impartiendo talleres y se mantiene activa en redes sociales.
Recientemente en una entrevista con Fuerza Latina dijo que a pesar de no haber parado en sus actividades ella reconoce que este es un momento de vulnerabilidad, tanto humana como laboral en su calidad de artista, ya que muchas de las acciones que actualmente está realizando son gratuitas y como artistas no están generando ingresos para sobrevivir.
Lane explica la pandemia ha expuesto también la vulnerabilidad social que tienen las personas que trabajan en el arte, ya que en muchos países de la región latinoamericana la profesión de artista no es considerado un trabajo, algunos de ellos no tienen acceso a servicios de salud u otros beneficios.
Rod Ferdinand
El Salvador ha escuchado mucho durante el confinamiento sobre el productor Fernando Rodríguez, conocido artísticamente como Rod Ferdinand. Aunque en la trayectoria de este joven su fuerte ha sido la composición y la producción musical, a raíz de la pandemia ha decidido impulsar sus proyectos y dar a conocer su música.
La idea surge después que el trabajo que realizaba para un estudio en Los Ángeles se detuvo por completo debido al COVID-19.
Ferdinand es un joven recién graduado del Berklee College of Music de Boston, donde se especializó en producción musical e ingeniería en sonido y se graduó hace un año justamente. Sin embargo, ya ha colaborado con artistas como el cantante noruego Jakob Friis y el latino Juan Pino, quien es la voz para la nueva canción Yo te vi, proyecto personal del joven que busca conectar con a los jóvenes que les gusta más el género urbano.
El productor salvadoreño ha aprovechado la pandemia para dejar salir su creatividad y promover la canción en El Salvador, a distancia, porque él se encuentra viviendo en Estados Unidos actualmente, pero dice ha sido muy bien acogida por el público salvadoreño y la tecnología le ha permitida interactuar con ellos.
Esas mismas herramientas le dejan trabajar desde casa y contactar con más artistas: “Ojalá y en las próximas semanas se pueda trabajar en más proyectos”, dice esperanzado Ferdinand, quién es consciente de que estos son tiempos difíciles para aquellos que trabajan en la música.
Xuga
La música que educa, esa es la que prefiere Gustavo Lechuga o XUGA, como se ha dado a conocer en el ambiente artístico. Este cantautor salvadoreño radicado en San Francisco ha tenido una trayectoria bastante productiva desde sus inicios.
Actualmente Xuga combina su carrera musical con la enseñanza y es consciente del poder y la influencia que la música tiene en sus diferentes géneros y en las distintas etapas de la vida de una persona. Por eso ha llevado su trabajo como cantautor a la institución en la que trabaja y dentro de su metodología para enseñar el idioma usa la música. Se ha estrenado además como compositor y productor: “Todo ese material ya está incorporado dentro de la currícula y los maestros lo usan para dar sus clases”, narra Xuga.
Durante la pandemia el trabajo de educar y componer no ha cesado, sus clases pasaron a ser en línea, Gustavo Lechuga además de enseñar español también es maestro de música independiente. Imparte clases (en inglés o español) en las cuales enseña a tocar guitarra, ukelele y piano.
En cuanto a su faceta de artista, al igual que sus colegas, ha tenido que usar las diferentes plataformas para interactuar con su público o con sus colegas y acepta que, de una u otra forma, todos han tenido perdidas económicas. Xuga reconoce que él no vive al 100% de ser artista, por lo que esta etapa de cuarentena no ha tenido el mismo impacto para él como para otros colegas, pero sí opina que la pandemia les ha obligado a generar más contenido, promoción y trabajar más de cerca con las diferentes plataformas como YouTube, iTunes y Spotify.