La atleta mexicana Paola Longoria es la mejor raquetbolista del mundo, con una trayectoria que incluye 100 títulos deportivos y una mentalidad vencedora y una determinación inquebrantable.
Sus aliados son la velocidad, la potencia y los reflejos. Y la estamina que conduce a la victoria.
“Soy de la idea, como me dicen mi psicóloga y los entrenadores de técnica que tengo: hasta que el árbitro no diga que se acabó, tú puedes seguir en el juego”, dijo Paola en una entrevista con la Voz de América.
Con esa convicción personal, la mejor raquetbolista del mundo domina el perímetro de la cancha.
“La mentalidad lo es todo en el deporte, porque puedes entrenar miles de horas, pero si al momento que tienes que cerrar un partido, los nervios, o la presión, o no sabes manejarla, se echa a perder todo”, señaló.
Para ella, “todo este sueño de poder llegar a ser la mejor del mundo (…) es gritarle al mundo que hay una mexicana liderando el ranking mundial”.
“El creer en mí, el saber de mis habilidades, el saber de todas las horas de entrenamiento que le dedico, yo creo que eso te da una confianza, para llegar más estable a los torneos”, explicó con confianza.
Sus más de 100 títulos forman parte de una trayectoria establecida punto por punto.
“Siempre he sido una mujer de retos y de sueños, de ponerme metas a corto, mediano y largo plazo”, confesó.
La pandemia del coronavirus puso en pausa sus actividades para este año, pero eso le permitió compartir con su familia.
“Pude pasar tres meses con mi familia, hacer actividades que no hacía, leer, cocinar con mi mamá, ver más a mis amigas, pasar más tiempo con mi novio, con mi familia”, explicó. “Sin salud no puedes hacer deporte y no se puede hacer nada”.
Ahora dijo que lo que aspira es a expandir la disciplina en su país, donde ya inauguró una escuela para promover el deporte y desarrollar a otros talentos.
“Abrir la primera escuela de ráquetbol en San Luis Potosí, ya están las cuatro canchas, y habíamos firmado un acuerdo con la Secretaría de Educación Pública antes de la pandemia para que una clase de educación física en México sea una clase de ráquetbol”, relató Paula Longoria a la VOA.
La atleta sigue divisando la trascendencia del deporte que cambió su vida.
“Poder dejar este legado, me ha costado bastante, construir quizás un deporte, una marca, y no me gustaría que el día de mañana que yo me retire, se pierda esta disciplina, ese es mi gran legado de dejarle al ráquetbol, ha sido un deporte que me ha dado tanto”.
(Adaptación: Waldo Serrrano)