En medio de la pandemia del COVID-19, en países como Colombia y Ecuador quisieron pasar por alto una tradición de más de un siglo. Se trata básicamente de la quema de un muñeco de trapo que simboliza el año que se fue. un muñeco que arde a la medianoche del 31 de diciembre. Jair Díaz, desde Bogotá, nos muestra cómo se vivió esta tradición en Colombia.