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Erupción volcánica en Islandia pierde fuerza y las defensas resisten


Los flujos de lava iluminan la noche en un volcán entre Hagafell y Stóri-Skógfell, en Islandia, el 16 de marzo de 2024. Foto de la Defensa Civil de Islandia divulgada por AP.
Los flujos de lava iluminan la noche en un volcán entre Hagafell y Stóri-Skógfell, en Islandia, el 16 de marzo de 2024. Foto de la Defensa Civil de Islandia divulgada por AP.

Un sistema volcánico en la península de Reykjanes, en Islandia, entró en erupción el sábado por la noche por cuarta ocasión en tres meses y expulsó chorros de lava naranja hacia el cielo nocturno.

La lava de una erupción volcánica en Islandia avanzó este domingo hacia las defensas colocadas alrededor del pueblo de Grindavík, que por ahora han mantenido la roca fundida fuera de la población evacuada.

La erupción parecía perder fuerza y probablemente terminaría en cuestión de horas, señalaron los científicos.

Un sistema volcánico en la península de Reykjanes, en el suroeste del país, entró en erupción el sábado por la noche por cuarta ocasión en tres meses y expulsó chorros de lava naranja hacia el cielo nocturno.

La erupción abrió una fisura en la tierra a unos 3 kilómetros entre las montañas de Stóra-Skógfell y Hagafell, según la Oficina Meteorológica islandesa.

La agencia dijo este domingo que la lava fluía hacia el sur y el sureste aproximadamente a un kilómetro por hora, y podría llegar al océano. Se levantaron barreras para impedir que inundara la principal carretera en la costa sur de la península.

Cientos de personas fueron evacuadas del balneario termal de Laguna Azul, una de las principales atracciones turísticas de Islandia, cuando comenzó la erupción, según el canal de televisión nacional RUV.

No se reportaron cancelaciones de vuelos en el cercano aeropuerto de Keflavik, el principal aeródromo de Islandia.

El lugar de la erupción está unos pocos kilómetros al nordeste de Grindavík, una localidad costera de 3.800 habitantes unos 50 kilómetros al suroeste de la capital islandesa, Reikiavik.

La localidad fue evacuada antes de la erupción inicial el 18 de diciembre. El 14 de enero comenzó una segunda erupción que envió lava hacia el pueblo. Los muros defensivos reforzados tras la primera erupción frenaron parte del flujo, pero varios edificios fueron consumidos por la lava.

Los dos episodios duraron apenas unos días. Una tercera erupción comenzó el 8 de febrero y terminó en cuestión de horas, aunque un río de lava destruyó un ducto y dejó sin calefacción ni agua caliente a miles de personas.

En Islandia, que se asienta en una zona volcánica del Atlántico norte, se producen erupciones periódicamente y el país tiene mucha experiencia en afrontarlas.

La que ha causado más perturbaciones en los tiempos recientes fue la del volcán Eyjafjallajokull, ocurrida en 2010, que expulsó grandes nubes de cenizas a la atmósfera y obligó a cierres generalizados del espacio aéreo en toda Europa.

Las últimas erupciones apuntan a una reactivación del sistema volcánico de Svartsengi tras casi 800 años de tranquilidad. No estaba claro cuánto tiempo duraría el período de actividad ni qué suponía para la península de Reykjanes, una de las zonas más densamente pobladas del país.

No se han confirmado muertes provocadas por ninguna de las erupciones recientes, aunque se reportó la desaparición de un trabajador que cayó a una fisura abierta por el volcán.

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