El 11 de marzo de 2011, un terremoto de nueve grados de magnitud sacudió el territorio japonés y provocó un tsunami que, además de miles de muertos y heridos, arrastró hacia el mar cerca de 4 millones de toneladas de escombros que ahora, un año después, se dirigen a las costas de Estados Unidos.
Según informó la coordinadora de escombros marinos de tsunamis de la Administración Nacional del Océano y Atmósfera (NOAA), Ruth Yender, parte de esos escombros estarían llegando la próxima semana a la zona norte de Hawai, por lo que pidió al equipo de científicos que instaló Midway estar atentos ante la llegada de los residuos.
Por el Océano Pacífico viajan troncos, piezas de madera, botes pesqueros, refrigeradores y hasta restos de automóviles que, según los expertos, podrían llegar a las costas de estados como Hawai, Alaska, Oregon, Washington y la provincia Columbia Británica, en Canadá.
Yender informó que la NOAA realiza constantes sobrevuelos en aviones de la Guardia Costera para hacer seguimiento a los escombros.