El DT de la selección femenina, Jorge Vilda, fue destituido, informó el martes la Federación de Fútbol (RFEF), 10 días después de que la FIFA suspendiera al presidente de la entidad por besar en los labios sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso en la celebración de la victoria en el Mundial.
Vilda fue sustituido por su ayudante, la asturiana Montse Tomé, que se convierte en la primera mujer en dirigir la selección nacional femenina de España.
Tomé era la segunda entrenadora de Vilda desde 2018 y "se consolidó como una pieza fundamental en el crecimiento del combinado nacional", según señaló la RFEF en un comunicado.
Una nueva junta directiva formada tras la suspensión del presidente de la RFEF Luis Rubiales por la FIFA por el beso durante la celebración de la victoria en el Mundial hace dos semanas, ha rescindido el contrato de Vilda.
En un comunicado separado en el que no se menciona a Hermoso, Rubiales o el escándalo, la RFEF agradece a Vilda, de 42 años, su "extraordinario legado deportivo".
"El técnico ha sido clave para el notable crecimiento del fútbol femenino y deja a España como campeona del mundo y segunda en el ranking FIFA", señaló la entidad en el comunicado.
El escándalo protagonizado por Rubiales derivó en un debate nacional sobre los derechos de la mujer y los comportamientos sexistas.
En un tercer comunicado, en este caso del presidente interino Pedro Rocha, la RFEF pidió disculpas por la "conducta inapropiada" de Rubiales.
"El daño causado al fútbol español, al deporte español, a la sociedad española y al conjunto de los valores del fútbol y del deporte ha sido enorme", señala el comunicado de tres páginas firmado por Rocha.
Vilda, considerado un estrecho aliado de Rubiales, estaba en el centro de la polémica desde el año pasado, después de que 15 jugadoras protagonizaron un motín en el que pedían su salida por sus inadecuados métodos de entrenamiento y reclamaban condiciones iguales a las de la plantilla masculina.
La mayoría de las jugadoras implicadas fueron apartadas de la selección, aunque se admitieron algunas de sus reivindicaciones.
Danae Boronat, presentadora deportiva que entrevistó a las principales jugadoras españolas para su libro "Don't Call Them Girls, Call Them Footballers" (No las llames chicas, llámalas futbolistas), dijo que las jugadoras acusaron a Vilda de microdirigirlas, dando por ejemplo instrucciones a las más veteranas sobre lo que debían decir en entrevistas.
Vilda y Luis de la Fuente, seleccionador nacional masculino, aplaudieron a Rubiales cuando se negó a dimitir el 25 de agosto, pero más tarde emitieron declaraciones condenando su comportamiento.
Las 58 mejores jugadoras de España dijeron que no jugarían con la selección bajo la actual dirección. Una fuente de la RFEF dijo a Reuters la semana pasada que se estaba consultando a las deportistas para ver si la destitución de Vilda cambiaría esa situación.