El presidente de EE.UU., Barack Obama,autorizó ataques aéreos para proteger a los ciudadanos estadounidenses y a las minorías religiosas del avance del grupo contra Estado Islamico en el norte de Irak.
Durante el anuncio Obama expresó que están listos para actuar si la vida de los estadounidenses y de civiles están en peligro.
Al mismo tiempo señaló que también había autorizado el uso de ataques militares dirigidos, si es necesario, para ayudar a las fuerzas de seguridad iraquíes a proteger a los civiles.
Aviones estadounidenses entregaron ayuda humanitaria como agua y alimentos vía aérea, a pedido del gobierno iraquí, a las comunidades desplazadas y amenazadas muchas de ellas congregadas en refugios.
"Hoy Estados Unidos acude a ayudar", dijo Barack Obama en su mensaje televisado desde la Casa Blanca.
El mandatario también mencionó que el anuncio podría preocupar a un sector de los estadounidenses ante un nuevo despliegue de tropas en Irak, pero se comprometió una vez más a no volver a desplegar tropas de combate estadounidenses sobre el terreno iraquí y dijo que no hay una solución militar de Estados Unidos a la crisis.
El presidente Barack Obama manifestó las nuevas disposiciones luego de reunirse con su equipo de seguridad nacional la mañana del jueves para discutir el avance del grupo extremista sunita en el norte de Irak.
Galvanizando su avance, los militantes se apoderaron de la presa más grande de Irak el 7 de agosto, obteniendo el control de enormes recursos de energía y agua y el acceso al río que atraviesa el corazón de Bagdad.
“La situación está llegando a una catástrofe humanitaria”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. “Estamos gravemente preocupados por su salud y seguridad”.
Entre las preocupaciones más apremiantes está la difícil situación de los yazidis, que huyeron de la ciudad kurda de Sinjar en los últimos días.
Miles huyeron de sus hogares por las montañas después de que el grupo Estado Islámico emitió un ultimátum a convertirse al Islam, pagar una multa religiosa, huir de sus hogares o enfrentar la muerte.