¿Qué tiene el “Yihadista John" y tres hombres detenidos en Estados Unidos esta semana en común?
Aparte del supuesto interés en unirse al grupo Estado islámico, psicólogos dicen que tal vez no demasiado.
"Nunca hay solo un único factor que explique por qué la gente lo hace", dijo John Hogran, profesor en la Universidad de Massachusetts en Lowell, que estudia la psicología detrás de los movimientos terroristas y las personas que se unen a ellos.
"Es la religión, es la política (...) son las fuerzas que empujan y que tiran, la emoción de la aventura, la excitación y el confort que se obtiene de la camaradería", explicó. "Son muy, muy poderosos factores de motivación".
Hogran dijo que "no tengo dudas que si nos fijamos en la persona que se involucra o quiere integrar el [Estado islámico], ya sea hace tres años o tres meses o hace tres horas, va a ser muy difícil desentrañar por qué quieren participar".
Un amigo de "Yihado John", el hombre identificado esta semana en un artículo del Washington Post como Mohammed Emwazi, dijo al periódico que el hombre de 26 años estaba molesto por supuestos desaires personales, incluyendo ser bloqueado por los funcionarios de contraterrorismo en Londres tras viajar a Kuwait.
"Él en algún momento llegó al punto en que estaba realmente tratando de encontrar otra manera de salir", agregó su amigo, quien no fue identificado, al Washington Post.
Aunque EE.UU. y el gobierno británico no han confirmado la identidad de Emwazi, se cree que el graduado de ciencias de la computación viajó en última instancia a Siria para unirse al grupo extremista.
Otros aspirantes al Estado islámico han sido interceptados antes de llegar al califato basado en Siria e Irak. Tres hombres fueron arrestados en Estados Unidos esta semana en relación con un presunto complot para unirse al grupo, incluyendo uno que estaba abordando un vuelo a Turquía desde Nueva York.
De acuerdo a la investigación, uno de los hombres, Abdulrasul Hasanovich Juraboev, expresó su preocupación por la falta de religiosidad de su familia, diciendo que quería "llegar a ser un mártir bajo el califato islámico contra los politeístas e infieles".
¿Por qué se unen?
Se estima que hay unos 20 mil extranjeros que se han unido el Estado islámico, con varios miles procedentes de países occidentales.
Lo que los une es que todos encuentran una razón, ya sea personal o de fondo, a jurar lealtad al Estado islámico.
"Tienes verdaderos fanáticos que realmente creen que este es el fin apocalíptico del mundo", dijo Horgan. "Para los chicos, es una fantasía hecha realidad. Este es el tipo de cosas que los yihadistas en los años 1970 y 1980 sólo podrían haber soñado".
En este sentido, el Estado Islámico ha tenido éxito en hacer que sus miembros sientan que están logrando algo.
James Piazza, un profesor de ciencias políticas que se centra en el terrorismo y la violencia política en la Universidad Estatal de Pensilvania, dijo que la atención que el Estado islámico logra con sus horrendas ejecuciones son herramientas efectivas de reclutamiento.
"Están tratando de mostrar a un público más amplio que están desafectados del status quo y que están dispuestos a romper las normas y mostrar lo dedicados que son", dijo Piazza a la Voz de América.
Arie Kruglanski, profesor de la Universidad de Maryland, comenzó a investigar la psicología de los grupos terroristas después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
"Hay dos tipos de desafectarse", explicó Kruglanski. "El primero es ... sintiendo la humillación personal y el fracaso; la otra es desafectarse de un grupo social. Al-Qaida y la propaganda han estado insistiendo en esto con éxito: ‘usted puede tener una vida exitosa, pero sus hermanos están siendo masacrados; su identidad social está siendo humillada'".
"Sin embargo, o hay perfil", agregó. “La personalidad es importante hasta cierto punto, pero el argumento, la presión del grupo, eso puede afectar a todos".
¿Por qué se quedan?
La psicología detrás de lo que hace que los hombres y las mujeres se unan a grupos como Estado islámico se diferencia de la mentalidad de grupo que los mantiene dentro, y en algunos casos, les adviertende que debe llevar a cabo ataques viciosos y llamativos, como los que terminaron decapitando a ciudadanos occidentales.
Lo que Kruglanski llama la "gran inteligencia" del grupo Estado islámico es que "quita el barniz de civilización, proporcionando un orden ideológico para la criminalidad".
"Pecadores resultan ser santos, lo que se permite bajo el pretexto de la ideología religiosa", añadió.
En otras palabras, es la inversión de la civilización que los miembros del Estado Islámico crecieron antes de unirse. La violencia, la delincuencia y la justicia ya no significan lo mismo.
Una vez que están dentro del territorio del Estado islámico, salir es extremadamente difícil.
"Por lo que podemos ver en este momento, el Estado islámico está aterrorizado a la gente que quiere salir de sus filas", dijo Horgan, quien está investigando cómo exmiembros del grupo terroristas se reintegran a la sociedad.
“Una gran cantidad de yihadistas desilusionados básicamente dicen, 'bueno, ya sabes, vinimos aquí hace dos o tres años, y no era exactamente lo que esperábamos’".
En los años venideros, Horgan cree que más historias de miembros descontentos y desilusionados del grupo surgirán, y van a ser una fuente de información muy valiosa sobre cómo funciona y qué se puede hacer para contrarrestar sus tácticas psicológicas.
Cómo redirigirlos
Por ahora, Hogran dice que se debe prestar más atención a quiénes los reclutadores eligen para viajar, decapitar y desempeñar otras funciones en el califato antes que desentrañar por qué los combatientes extranjeros deciden unirse al grupo.
A principios de esta semana, Francia anunció que bloqueó seis ciudadanos de salir del país a Siria, y la intención de confiscar los pasaportes de docenas más en un esfuerzo por frenar el éxodo de combatientes.
Pero los expertos advierten que la prohibición de viajar no es la panacea.
"Obviamente no existe una solución a toda prueba", dijo Sam Mullins, profesor de contraterrorismo en el Centro Europeo George C. Marshall para Estudios de Seguridad.
"El mejor enfoque idealmente hablando es ser lo más flexible posible, y utilizar diferentes herramientas para diferentes personas, dependiendo del nivel de riesgo que presentan", agregó.
Kruglanski sugirió que los países encuentren una manera de canalizar la energía de los aspirantes a yihadistas, incluyendo los capturados mientras buscaban viajar a Siria.
La idea es redefinir el significado de la “lucha”, al igual que el Estado islámico ha replanteado lo que es correcto y lo incorrecto.
"Movilizar la motivación que los jóvenes tienen, la búsqueda de significado, esa agresión", dijo. "Significaría la movilización por una causa, pero en lugar de ser el yihadismo, sería la causa de la lucha contra el yihadismo", concluyó.