Un estudio mundial ha demostrado que los ríos, la fuente primaria de agua y medio de subsistencia para millones de personas alrededor del mundo, se encuentran en estado crítico como resultado de la actividad humana, tal y como la construcción de presas, los sistemas de regadío y la contaminación química.
De acuerdo con el estudio, cerca del 80 por ciento de la población mundial vive en áreas donde los ríos y los sistemas acuíferos están seriamente amenazados por la polución, el rápido crecimiento de la población humana y la redistribución accidental de plantas y animales que destruye la vida marina autóctona.
Los ríos son la principal fuente renovable de agua fresca para los humanos, quienes la emplean para beber, pescar, bañarse y para otras actividades recreativas.
El coautor del estudio, Peter McIntyre, un zoólogo y especialista en ríos de la Universidad de Wisconsin asegura que los ríos del mundo están teniendo problemas para recuperarse de las consecuencias del desarrollo mundial.
Las reservas de agua de Estados Unidos, Europa occidental y otros países industrializados poseen los mayores riesgos, aun tras décadas de esfuerzo por controlar la contaminación y los avances tecnológicos para proteger y restaurar los ecosistemas acuáticos.
La investigación alerta de una degradación similar en los países en desarrollo, donde la población ha estado creciendo muy rápido.
“Millones de personas viven en lugares donde la cantidad y la calidad del agua a la que tienen acceso está altamente amenazada. Esto sugiere que los actuales problemas irán a peor conforme la población mundial aumente si el uso de recursos sigue creciendo. Si además añades el cambio climático a todo esto, podría ser espantoso”, concluye McIntyre.
Así como el descenso de la calidad de los ríos del mundo, McIntyre asegura que una preocupación mayor es la salubridad de la pesca, el principal recurso alimentario para centenares de personas.
“Gran parte de la pesca en agua dulce tiene lugar en los grandes ríos, el Mekong, el Amazonas, y muchos otros ríos en el África tropical. La pesca de estos lugares corre el riesgo de especies introducidas, sobrepesca o contaminantes en los peces”.
McIntyre opina que los países en desarrollo, con la ayuda del resto de las naciones, deberían aprender de la experiencia del mundo desarrollado. Deberían evitar costosas inversiones en tecnología de depuración del agua a favor de estrategias de conservación del entorno de sus ríos.
Tales estrategias incluyen la protección de las cuencas hidrográficas, mantener el coste del agua potable bajo y preservar algunas zonas de las inundaciones.