El Departamento de Estado de Estados Unidos mostró su preocupación por el conflicto suscitado por la entrada de un cargamento estadounidense no declarado en Argentina.
“Nuestra opinión ha sido todo este tiempo, que pueden haber habido pequeños problemas técnicos en la forma como el material fue declarado y lo cual se pudo fácilmente haberlo resuelto a nivel de trabajo. No entendemos por qué Argentina decidió hacer un caso federal de esto, pero nuestro interés es tratar de resolver esta situación”, explicó P.J.Crowley, portavoz del Departamento de Estado.
Crowley añadió que Estados Unidos no tiene nada de que disculparse y que las autoridades de este país continúan haciendo lo mejor que pueden para resolver el asunto.
Otro funcionario estadounidense del Departamento de Estado dijo que EE.UU. nunca tuvo la intención de ingresar material ilegal a Argentina, como lo reclama Buenos Aires.
Según Matthew Rooney, director de Política Económica Regional del Departamento de Estado, puede ser que hayan existido algunas discrepancias con los documentos del cargamento pero "no hubo ninguna voluntad de importar cosas indebidas en Argentina". "Fue prácticamente un malentendido", agregó el funcionario.
El Departamento de Estado citó al embajador argentino en Estados Unidos, Alfredo Charadia, para aclarar el conflicto diplomático desatado en Buenos Aires por la detención e incautación de material militar en un avión de la Fuerza Aérea de los EE.UU. que iba a ser utilizado en un curso de entrenamiento con la Policía Federal Argentina.
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El Gobierno argentino envió una "nota de protesta" y confirmó que tomó esa medida porque un tercio de la carga no estaba declarada y no se cumplían con los protocolos de seguridad.
La detención e incautación de "material sensible" de uso militar de la Fuerza Aérea de EE.UU. (US FORCE) en un avión de carga B17 en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenos Aires, ha desencadenado un serio cruce diplomático entre el Gobierno argentino y el de Estados Unidos.
El conflicto se originó cuando la Aduana y la Policía de Seguridad Aeroportuaria secuestraron armas, medicamentos, equipos de comunicaciones, información secreta, drogas, alucinógenos, morfina, y elementos de alta precisión que marines y militares estadounidenses traían al país para entrenar al Grupo Especial de Operaciones de la Policía Federal Argentina (GEOF) para la resolución de situaciones de crisis, como la toma de rehenes.
Según las autoridades argentinas, parte del armamento y de los materiales no estaban declarados y no cumplían con el convenio firmado con la Embajada de EEUU en diciembre pasado. Sin embargo, el Departamento de Estado señala que la carga había sido previamente autorizada y aprobada por el Gobierno argentino.
En las últimas horas, el canciller argentino Héctor Timerman exigió un pedido de disculpas del Gobierno de Estados Unidos y confirmó que no se devolverá el material incautado y que no permitirá que no se respete la ley ingresando armas y drogas.
"Nos parece que nos debemos una respuesta. Argentina en ningún momento le falto el respeto a EE. UU. Al contrario, tenemos una gran relación con EE. UU. Yo creo que EE. UU. tiene que decir ‘nos equivocamos’. Por algún error, por algún motivo. Queremos colaborar con Argentina en la investigación. Por ahí, el Gobierno de EEUU no sabía que se estaba entrando material sin declarar. Tal vez no lo sabía, yo no acuso al Gobierno de EE. UU. Les pido sí, que colaboren por la seguridad de toda la gente, para que esto no vuelva a ocurrir y encontremos a los responsables del intento de ingresar material no declarado, sin informar al Gobierno argentino. Y ahora, no quieren colaborar en la investigación, eso es lo peor de todo. Acabo de entregar una nota de protesta porque EE. UU. se niega a colaborar para saber quien intentó entrar ese material".
Por su parte, el Secretario de Asuntos Hemisféricos para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, en una entrevista con la cadena CNN en Español, dijo que se trata de una situación penosa e improcedente.
"Me sorprendió mucho la reacción del Gobierno de la Argentina en relación a este tema. Si hubo alguna discrepancia en alguna de estas cosas, se debió haber conversado y resuelto este problema, sin haber pasado a estas acusaciones que son desmesuradas. Nosotros tuvimos que suspender el curso porque encontramos que la forma en que amedrentaron al personal norteamericano es una cosa improcedente. Es absolutamente necesario que se devuelvan de inmediato esos materiales. No tiene sentido que se halla incautado materiales de esa forma. Especialmente, porque insisto, lo que se estaba realizando es un proyecto trabajo conjunto, autorizado por ambos países, para encarar un tema tan importante como es el rescate de rehenes. Que veamos cómo dar vuelta la página para efectivamente colaborar".
Entre tanto, el Diputado Miguel Bonasso, miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores, señaló que el Congreso exigirá explicaciones porque se puede haber violado la Ley de Defensa Nacional y la Ley de Seguridad interior.
"Se violó la ley o no se violó la ley. Es lo que yo estoy preguntando en mí pedido de informes. Si se violó la ley, el Gobierno argentino ha cometido un delito. Y si el Gobierno de Estados Unidos metió de contrabando armas y drogas; hay tráfico de armas y tráfico de drogas. Entonces, tanto el Gobierno de Barak Obama como el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner han violado la ley. Cómo puede ser que en la Argentina, el ministro de Justicia y el canciller hayan firmado un convenio con EE. UU. que permite que marines y personal militar, que vinieron en el avión no policial, entrenen a la policía argentina. ¿Cómo puede ser que si no confiamos en los militares argentinos, confiemos en los militares de EEUU?
Esta no es la primera vez que un ejercicio militar plantea problemas entre ambos Gobiernos. En Agosto de 2010, la Embajadora de EEUU, Vilma Martínez, canceló un curso de seguridad porque el avión de la Fuerza Aérea de los EEUU no pudo descargar material que no había sido declarado previamente.
Este tipo de entrenamientos conjuntos empezaron en 1997 en la presidencia de Carlos Menem y se mantuvieron en 2002 con el Presidente Eduardo Duhalde, pero se suspendieron durante el mandato de Néstor Kirchner (2003-2007) y se retomaron en 2009.
Este nuevo capitulo de tensión se da luego que el Presidente Barak Obama anunciará que en su primera gira por Latinoamérica visitará El Salvador, Brasil y Chile, excluyendo a la Argentina. Gesto que ha generado "mucha molestia política".