El embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos, Carlos Trujillo, dijo el viernes que su país, mediante su representación en la OEA, está dispuesto a apoyar los esfuerzos que lleven a la paz y a la realización de elecciones libres y democráticas en Bolivia.
"Esperamos que se celebren elecciones democráticas libres en el futuro más rápido, estamos apoyando al gobierno interino, a la OEA de manera financiera y también política", dijo el diplomático a la Voz de América, después de participar en un conversatorio organizado por El Diálogo de las Américas en Washington DC.
El evento tuvo como tema "La batalla por Bolivia" en donde se analizó la situación que ha llevado a ese país a la crisis política y social que vive en este momento y que obligó al expresidente Evo Morales a renunciar a su cargo para tratar de calmar la situación. Trujillo fue parte del panel invitado para discutir el tema.
Junto al embajador estadounidense, participaron el exembajador de Bolivia ante Estados Unidos, Jaime Aparicio, la analista del Brooking Institute, Marcela Escobari, y el director de políticas de drogas y los Andes de la Oficina de Washington en Latinoamérica, John Walsh.
Durante el conversatorio los especialistas dijeron que la única forma en la que Bolivia pueda recuperar su tranquilidad es realizando elecciones internas con actores políticos nuevos para que haya concordia entre las partes.
Asimismo, dijeron que es imperante que el exmandatario, Evo Morales, ahora asilado en México, deje de intervenir desde donde se encuentra.
Recientemente se filtró un video, en el que supuestamente Morales invita a sus correligionarios a mantener la presión contra el gobierno interino establecido después de su sorpresiva renuncia.
"Aunque no tenemos certificación sobre eso, pero de cualquier manera, invitar a la violencia no contribuye a la democracia y la paz", agregó Trujillo en su alocución.
Las protestas y jornadas violentas en Bolivia han dejado ya muertos y decenas de heridos al grado que la CIDH, ha solicitado a las autoridades de seguridad de Bolivia, que repriman el uso de la fuerza para evitar más pérdidas humanas.
