La visita del papa Francisco consumirá la atención en Washington esta semana e interrumpirá la actividad normal del Congreso durante días, mientras se aproxima el plazo para aprobar fondos para el gobierno federal de Estados Unidos y evitar su cierre parcial.
La pelea fiscal fue provocada por la divulgación de un video encubierto en el que autoridades de un servicio reproductivo que ofrece atención a mujeres con fondos federales discutían la venta de órganos de fetos abortados.
Entre operaciones militares en el exterior y los parques nacionales en EE.UU., el gobierno gasta aproximadamente 3,5 billones de dólares por año. Una lucha partidaria por 500 millones de dólares de esa cantidad podría cerrar la mayoría de las operaciones federales el 1 de octubre.
Esos son los fondos recibidos por Planned Parenthood, una organización sin fines de lucro criticada por los republicanos que controlan ambas cámaras del Congreso.
La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley dando fondos para todo excepto Planned Parenthood.
Planned Parenthood dice que no ha violado ninguna ley. La Casa Blanca dijo que cualquier legislación que quite los fondos a Planned Parenthood será vetada.