Un dictamen del Grupo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU determinó que el contratista estadounidense Alan Gross, preso en Cuba desde hace tres años, "debe ser puesto en libertad de inmediato por razones humanitarias".
El abogado de Gross en Estados Unidos, Jared Genser, dijo que "de acuerdo con este dictamen, el Gobierno de Cuba debe poner en libertad a Alan Gross de inmediato y permitirle que regrese a Estados Unidos con su esposa Judy y sus dos hijas”.
El gobierno cubano reaccionó de inmediato y desestimó el dictamen, que dijo se logró por “presiones” de Washington, negando que la detención de Gross sea arbitraria o que el contratista preso este mal de salud.
Los cubanos dicen estar dispuestos a negociar, pero exigen que Estados Unidos revise el caso de los agentes de inteligencia cubanos presos y condenados en el vecino país.
René González —ahora en libertad restringida—, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández fueron sentenciados a penas de hasta cadena perpetua por su labor de espionaje a grupos extremistas de La Florida. Un tribunal superior determinó que las condenas eran exageradas.
El Departamento de Estado exige la excarcelación de Gross y ha dicho que su caso "no es comparable" con el de "Los Cinco".
La esposa de Gross ha acudido a la opinión pública y al Congreso estadounidense para presionar por la liberación de su esposo y para que tanto Estados Unidos como Cuba dejen su acritud y se sienten a negociar asuntos de la amplia agenda bilateral, con la meta de mejorar sus relaciones.
El abogado de Gross en Estados Unidos, Jared Genser, dijo que "de acuerdo con este dictamen, el Gobierno de Cuba debe poner en libertad a Alan Gross de inmediato y permitirle que regrese a Estados Unidos con su esposa Judy y sus dos hijas”.
El gobierno cubano reaccionó de inmediato y desestimó el dictamen, que dijo se logró por “presiones” de Washington, negando que la detención de Gross sea arbitraria o que el contratista preso este mal de salud.
Los cubanos dicen estar dispuestos a negociar, pero exigen que Estados Unidos revise el caso de los agentes de inteligencia cubanos presos y condenados en el vecino país.
René González —ahora en libertad restringida—, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández fueron sentenciados a penas de hasta cadena perpetua por su labor de espionaje a grupos extremistas de La Florida. Un tribunal superior determinó que las condenas eran exageradas.
El Departamento de Estado exige la excarcelación de Gross y ha dicho que su caso "no es comparable" con el de "Los Cinco".
La esposa de Gross ha acudido a la opinión pública y al Congreso estadounidense para presionar por la liberación de su esposo y para que tanto Estados Unidos como Cuba dejen su acritud y se sienten a negociar asuntos de la amplia agenda bilateral, con la meta de mejorar sus relaciones.