El vocero del Departamento de Estado, Gordon Duguid, expresó que la decisión de Ecuador de expulsar el segundo diplomático estadounidense es “muy preocupante” y pone en dudas el deseo de la nación sudamericana de mantener una relación productiva con Estados Unidos.
Duguid dijo que el gobierno de Washington
trató de resolver el problema por medio de canales diplomáticos pero que
Ecuador rechazó esas gestiones.
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El portavoz oficial expresó que Estados Unidos espera que el gobierno de Quito reconsidere sus medidas y regrese al diálogo orientado a mejorar la cooperación en asuntos importantes para ambas naciones, como la lucha contra el narcotráfico.
Estados Unidos rechazó
el argumento de Ecuador de que los diplomáticos expulsados interfirieron en
asuntos internos del país.