El presidente Barack Obama dijo esta madrugada en Chicago, Illinois a sus seguidores que “lo mejor está por venir”.
Casi afónico por el enorme trajín de la campaña, pero tanto o más encendido que en los meses pasados, el mandatario le dijo a la multitud que “ustedes nos recordaron que aunque nuestro trabajo ha sido duro y nuestro camino difícil, para Estados Unidos lo mejor está por venir”.
Obama agradeció a “cada estadounidense que participó en esta elección, ya sea que hayan votado bajo el sol o que haya esperado largo tiempo para votar… y por cierto que tenemos que componer eso”, les dijo, refiriéndose a las largas filas para votar, una constante en casi todo el país.
“Ya sea que hayan tenido un rótulo de Romney o uno de Obama, sus voces han sido oídas”, les dijo.
El presidente felicitó a Mitt Romney y Paul Ryan “por una campaña bien peleada” y dijo que espera sentarse con Romney para hablar sobre cómo resolver los problemas de la nación.
El presidente también agradeció a Joe Biden, de quien dijo es “el mejor vicepresidente que alguien pueda tener”.
De igual manera se refirió a su esposa. “No sería el hombre que soy ahora sin la mujer que aceptó casarse conmigo hace 22 años. Michelle nunca te he amado más y nunca la nación se ha enamorado más de ti como Primera Dama”, dijo ante los gritos de la multitud.
“Haya o no recibido su voto he aprendido de ustedes. Regreso a la Casa Blanca más determinado que nunca”.
“Ustedes pidieron que nos preocuparemos por los trabajos: los suyos, no los nuestros”, añadió
“Tenemos más por hacer, pero no significa que su trabajo (el de la multitud) ha terminado; su trabajo no termina con su voto. Estados Unidos no es lo que el gobierno pueda hacer por nosotros sino lo que pueda hacer con nosotros”.
El mandatario estuvo acompañado en el escenario por su esposa Michelle y sus hijas, quienes fueron ovacionados por la multitud calculada en unas 10 mil personas que llenó el Centro de Convenciones donde se desarrolló el evento.
Casi afónico por el enorme trajín de la campaña, pero tanto o más encendido que en los meses pasados, el mandatario le dijo a la multitud que “ustedes nos recordaron que aunque nuestro trabajo ha sido duro y nuestro camino difícil, para Estados Unidos lo mejor está por venir”.
Obama agradeció a “cada estadounidense que participó en esta elección, ya sea que hayan votado bajo el sol o que haya esperado largo tiempo para votar… y por cierto que tenemos que componer eso”, les dijo, refiriéndose a las largas filas para votar, una constante en casi todo el país.
“Ya sea que hayan tenido un rótulo de Romney o uno de Obama, sus voces han sido oídas”, les dijo.
El presidente felicitó a Mitt Romney y Paul Ryan “por una campaña bien peleada” y dijo que espera sentarse con Romney para hablar sobre cómo resolver los problemas de la nación.
El presidente también agradeció a Joe Biden, de quien dijo es “el mejor vicepresidente que alguien pueda tener”.
De igual manera se refirió a su esposa. “No sería el hombre que soy ahora sin la mujer que aceptó casarse conmigo hace 22 años. Michelle nunca te he amado más y nunca la nación se ha enamorado más de ti como Primera Dama”, dijo ante los gritos de la multitud.
“Haya o no recibido su voto he aprendido de ustedes. Regreso a la Casa Blanca más determinado que nunca”.
“Ustedes pidieron que nos preocuparemos por los trabajos: los suyos, no los nuestros”, añadió
“Tenemos más por hacer, pero no significa que su trabajo (el de la multitud) ha terminado; su trabajo no termina con su voto. Estados Unidos no es lo que el gobierno pueda hacer por nosotros sino lo que pueda hacer con nosotros”.
El mandatario estuvo acompañado en el escenario por su esposa Michelle y sus hijas, quienes fueron ovacionados por la multitud calculada en unas 10 mil personas que llenó el Centro de Convenciones donde se desarrolló el evento.
