Un incendio forestal en el norte de California se convirtió en el más letal en lo que va del año, después de que las autoridades anunciaron siete nuevos decesos para un total de 10.
La cifra podría subir debido a que las cuadrillas de rescate buscan a 16 personas que continúan desaparecidas.
Policías y detectives del condado de Butte encontraron siete cuerpos el jueves, un día después de que se descubrieran los restos de otras tres víctimas.
Entre los desaparecidos se encuentran Sandy Butler y su esposo, quienes llamaron a su hijo para decirle que iban a intentar escapar de las llamas metiéndose en un estanque, informó la agencia AP.
“Seguimos esperando y orando por buenas noticias”, dijo Jessica Fallon, quien tiene dos hijos con el nieto de Butler y los considera como sus propios abuelos. “Todo lo demás es reemplazable, pero no la vida de mis abuelos. Preferiría perderlo todo que a ellos dos. Son los que mantienen a la familia unida”.
Un equipo de antropólogos de la Universidad Estatal de Chico colaboraban en la búsqueda, informó el capitán de la policía del condado, Derek Bell.
El incendio de varias semanas estaba contenido en cerca de un 50% cuando los vientos lo avivaron nuevamente el martes, avanzando por las laderas de la Sierra Nevada y destruyendo buena parte de la localidad de Berry Creek.
Más de 2.000 viviendas y edificios han sido consumidos por una serie de incendios que avanzan rápidamente y a los que ahora se les conoce como el Complejo Norte, que arden unos 200 kilómetros (125 millas) al noreste de San Francisco.
Se prevé que los vientos sigan siendo ligeros esta semana en la zona de los incendios, mientras que el denso humo contribuyó a reducir ligeramente la temperatura y se prevé que mantenga la humedad relativamente alta, indicaron meteorólogos.
Más de 12.500 kilómetros cuadrados (4.800 millas cuadradas) han sido consumidos en lo que va del año —una superficie mayor a la de Rhode Island, Delaware y Washington D.C. combinados— y por lo general el otoño es la peor temporada de incendios forestales en Estados Unidos.
En total, 19 personas han muerto y casi 4.000 estructuras han resultado afectadas por las llamas en todo el estado.