El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este jueves que toda asistencia brindada a otros países se identifique bajo la marca 'American Aid' con el propósito de "promover la concientización" y así garantizar que Washington mantiene "su influencia y liderazgo".
"Para promover la concientización y garantizar que la ayuda de Estados Unidos para el extranjero sustenta los objetivos de la política exterior estadounidense y ayuda a mantener la influencia y el liderazgo estadounidenses, esta asistencia debe ser apropiada y notablemente identificada como American Aid", señala un decreto firmado por el mandatario en funciones.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, celebró la decisión de "usar un único logotipo para toda la ayuda extranjera de Estados Unidos".
"La falta de una política de imagen coherente ha disminuido el reconocimiento a la generosidad del pueblo estadounidense", señaló McEnany en un comunicado. "Muchos beneficiarios de nuestra ayuda no se dan cuenta de que productos, programas, servicios, bienes y materiales que salvan vidas son sufragados por los ciudadanos de Estados Unidos".
El texto detalla que esta medida afectará tanto a programas de ayuda humanitaria como a aquellos diseñados para hacer frente a una catástrofe o un desastre natural. El Ejecutivo da un plazo de 120 días a todas las agencias federales "para iniciar la notificación y el plazo de comentarios para implementar legalmente la marca".
"Las agencias sometidas a estas regulaciones, deberán implementarlas tan pronto sea posible", establece la orden ejecutiva.
Este decreto se ajusta a la agenda de la Administración Trump, plasmada en el eslogan 'Estados Unidos Primero', y retoma una senda ya recorrida antes por el actual gobierno estadounidense que vincula su asistencia humanitaria al interés nacional.
Al comienzo de la actual presidencia, el Ejecutivo ya vinculó las ayudas a los países del Triángulo Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador- a su colaboración con la política migratoria estadounidense. Finalmente, esa asistencia se restauró en junio del 2019.
Sin embargo, la realidad es que en el plazo de pocas semanas, el próximo 20 de enero, para ser exactos, el presidente electo Joe Biden se instalará en la Casa Blanca. El demócrata ha expresado en numerosas ocasiones estar en contra de la política exterior de la Administración Trump y ha abogado por un enfoque más sutil a la hora de desempeñarse en el tablero internacional, por lo que podría acabar actuando para revertir esta orden ejecutiva.
