El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció el jueves "refugio" por 18 meses a miles de residentes de Hong Kong para que siguieran viviendo en Estados Unidos en lugar de enfrentar la represión al ser deportados al territorio controlado por China.
Biden atacó la represión desde hace 14 meses de Beijing contra la democracia en Hong Kong y dijo que era un interés "convincente" de política exterior de Estados Unidos permitir que los residentes de Hong Kong se quedaran y trabajaran en Estados Unidos.
El número exacto de personas afectadas por la orden no estaba claro de inmediato, pero un alto funcionario de la Administración Biden dijo que la mayoría de los 330.000 residentes de Hong Kong que viven actualmente en EE. UU. probablemente sean elegibles para quedarse, excepto las personas que hayan sido condenadas por delitos graves.
En su orden, Biden remarcó que al menos 100 políticos de la oposición, activistas y manifestantes han sido detenidos por las autoridades chinas durante el último año por una serie de acusaciones, mientras que más de 10.000 personas han sido arrestadas por otros cargos relacionados con protestas contra el gobierno. .
"Estados Unidos está comprometido con una política exterior que aúna nuestros valores democráticos con nuestros objetivos de política exterior, que se centran en la defensa de la democracia y la promoción de los derechos humanos en todo el mundo", afirmó Biden.
"Ofrecer refugio a los residentes de Hong Kong que han sido privados de sus libertades garantizadas en Hong Kong promueve los intereses de Estados Unidos en la región", agregó el líder estadounidense. "Estados Unidos no vacilará en nuestro apoyo a la gente de Hong Kong".
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que Estados Unidos se opone firmemente al uso de China de su nueva Ley de Seguridad Nacional "para negar los derechos y libertades básicos, asaltar la autonomía de Hong Kong y socavar sus procesos e instituciones democráticos restantes".
“Dados los arrestos y juicios por motivos políticos, el silenciamiento de los medios de comunicación y la disminución del espacio para las elecciones y la oposición democrática, continuaremos tomando medidas en apoyo de la gente de Hong Kong”, dijo Psaki.
Hong Kong es una ex colonia británica, que volvió al control de Beijing en 1997.
A medida que la represión china contra la disidencia ha continuado, Estados Unidos impuso el mes pasado más sanciones a los funcionarios chinos en Hong Kong. Asesoró a las empresas sobre los riesgos de operar bajo la Ley de Seguridad Nacional, que China implementó el año pasado para criminalizar lo que considera subversión, secesionismo, terrorismo o colusión con fuerzas extranjeras.
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