La pregunta que muchos estadounidenses desempleados se hacen, en estos días cruciales, es si será extendida la asistencia extra de 600 dólares de seguro de desempleo que actualmente reciben millones de trabajadores pero que está a punto de terminar a finales de julio.
El congreso estadounidense retoma hoy su actividad y comenzará la negociación de un nuevo paquete de estímulo económico. Legisladores de ambos partidos proponen una serie de proyectos de ley que incluyen extender los beneficios a los desempleados, pero con algunos cambios como reducir esa ayuda.
Algunos parlamentarios republicanos se oponen a extender los 600 dólares extras alegando que desalienta a algunos trabajadores a regresar al trabajo porque ganan más dinero al quedarse en casa. Otros proponen que solo sea lo suficiente para que el dinero extra compense los salarios perdidos.
Entre tanto, muchos de los que apoyan una extensión aseguran que este beneficio es importante para los millones de desempleados que se han visto afectados durante esta pandemia que, según lo han dicho expertos en salud, no está cerca de aminorar su impacto.
El gobierno del presidente Donald Trump ha dicho que su gobierno está dispuesto a tomar medidas que alivien el impacto económico. La semana pasada por ejemplo, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo que los encargados de formular políticas deberían considerar el perdón general para todas las empresas más pequeñas que recibieron préstamos del "Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP)".
También dijo que la administración Trump apoya el incremento de fondos al programa de 660.000 millones de dólares, así como permitir que las empresas especialmente afectadas soliciten un segundo préstamo de emergencia.
Se espera que el congreso estadounidense tome una decisión sobre su futuro antes de que venza el próximo 31 de Julio.
