El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este jueves dos decretos con los que, según dijo, en última instancia, pretenden "deshacer el daño hecho por Trump" en el ámbito sanitario.
"Hoy voy a firmar dos decretos para -no hay mejor manera de decirlo- deshacer el daño hecho por Trump", comenzó diciendo directamente Biden en la ceremonia de firma de ambos documentos, celebrada en la Casa Blanca y ante la presencia de los medios.
El primer documento establece "restaurar" los dos principales programas de Salud Pública -el Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocido como Obamacare- a su estado original, es decir, antes de la presidencia de Donald Trump.
Medicaid es un programa federal y estatal, con más de cincuenta años de antigüedad, que ayuda con los costos médicos a algunas personas con ingresos y recursos limitados.
Insisto, no estoy estableciendo una nueva ley. Esto es volver a la situación anterior"
Joe Biden, presidente de EE.UU.
El expresidente republicano siempre se mostró contrario a estos programas y cercenó algunos de los beneficios del primero, al tiempo que intentó, sin éxito, acabar con el segundo, en una larga batalla legal que aún el día de hoy se libra en la Corte Suprema.
Por contra, según detalló hoy la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, el decreto firmado por Biden establece que se abra "un período especial de inscripción", del 15 de enero al 15 de mayo, duplicando así el plazo de seis semanas impuesto por la Administración Biden, para que quien no tenga seguro médico pueda solicitar cobertura médica “por nada o por muy poco”.
De hecho, uno de los puntos del texto instruye a las agencias federales a reexaminar medidas que dificulten la inscripción; así como aquellas que dificulten la inclusión de personas con síntomas preexistentes o que busquen cercenar el grado de cobertura de los beneficiarios.
Fin de la "ley mordaza"
En cuanto al segundo decreto, su propósito, según el comunicado divulgado por la Casa Blanca, es "proteger a las mujeres tanto en casa como en el extranjero". El documento, explicó Biden, es un "memorando" cuyo objetivo es revertir " el ataque de mi predecesor al acceso a servicios sanitarios para las mujeres".
Durante la administración Trump, en un guiño a su base más conservadora, el Gobierno estadounidense decidió condicionar una serie de ayudas para programas humanitarios a que las organizaciones benefactoras se ajustaran a su política antiaborto.
"El presidente también rescindió la Ley Mordaza", celebró Psaki, al referirse a esta medida que, según acotó, prohíbe a las organizaciones extranjeras "recibir fondos si informan o dan indicaciones en materia de abortos".
En cualquier caso, Biden, que defendió la necesidad de unir al país durante su discurso de investidura, el pasado 20 de enero, quiso mostrar un tono conciliador y recalcó que estos decretos no son leyes, dejando así abierta a una negociación en el Congreso.
"Insisto, no estoy estableciendo una nueva ley, ni ningún aspecto de una nueva ley. Esto es volver a la situación anterior", concluyo.