Con los casos de coronavirus que ya superan los 11 millones en Estados Unidos, los gobernadores de varios estados están emitiendo nuevas restricciones para tratar de frenar la propagación de la pandemia.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, prohibió el servicio interior en restaurantes y las clases en personas en escuelas secundarias y universidades, así como eventos públicos en casinos y salas de cine. Las reuniones en las casas quedaron limitadas a 10 personas.
"Estamos en el peor momento de esta pandemia hasta la fecha”, dijo Whitmer a los reporteros. “La situación nunca ha sido más grave. Estamos ante un precipicio y tenemos que tomar acciones”.
Durante la semana pasada, Estados Unidos registró un promedio de casi 150.000 casos diarios, según cifras de la Universidad Johns Hopkins, con aumentos en numerosos estados.
Más de 245.000 personas han muerto de COVID-19 y más de 10,9 millones han sido infectados en Estados Unidos, más que cualquier otra nación.
En el estado de Washington, el gobernador Jay Inslee también prohibió el servicio interior en restaurantes y ordenó a las tiendas minoristas limitar el número de clientes a un 25% de la capacidad.
Las reuniones al aire libre fueron limitadas a cinco personas y en interiores solo para los integrantes del mismo núcleo familiar.
Otros estados, como Iowa, Ohio, West Virginia, Utah y Dakota del Norte ordenaron el uso obligatorio de máscaras.
Wisconsin y Nevada pidieron a los residentes permanecer en sus casas por dos semanas para evitar el regreso a las restricciones.
Nueva York ordena reducción de reunión de personas
Nueva York ordenó a los bares y restaurantes que sirven alcohol que cierren a las 10:00 de la noche, y las reuniones están limitadas a 10 personas.
Otros estados y ciudades han emitido diferentes restricciones, en su mayoría relacionadas con las concentraciones de personas en lugares cerrados y los eventos públicos y privados con numerosas personas.
Los expertos, que ya habían advertido del repunte al acercarse las temperaturas más frías del otoño y el invierno, ahora temen a las reuniones familiares del Día de Acción de Gracias y Navidad.
Muchos especialistas han pedido a los estadounidenses que dejen pasar este año la celebración del Día de Acción de Gracias, pero esto no ha caído muy bien a la población, porque se trata de una fecha muy arraigada de reuniones familiares.