El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves desde la Casa Blanca que espera que el oleoducto Colonial Pipeline, que fue hackeado recientemente, entre en funcionamiento total para el fin de semana.
En declaraciones a los periodistas este jueves, Biden explicó que espera que cada tramo del oleoducto “vuelva a la normalidad a partir de este fin de semana y continúe la próxima semana”.
El Colonial Pipeline va desde Texas a Nueva York y proporciona el 45% del combustible que se consume en la costa este. El oleoducto fue atacado por piratas informáticos vinculados a Rusia el viernes pasado, los cuales presuntamente bloquearon los sistemas informáticos de la instalación y exigieron un rescate.
El presidente Biden, un demócrata, aseveró que su administración “está haciendo todo lo posible para acelerar la reanudación de operaciones, mitigar la escasez y proteger [al consumidor estadounidense] del aumento de precios”.
Como medida adicional, informó el mandatario, “la Agencia de Protección Ambiental emitió una exención de estándares de 20 días en varios estados para brindar a los proveedores de combustible más flexibilidad para usar los combustibles disponibles donde se necesitan”, en aras de aumentar el suministro.
Biden advirtió que nadie debe tomar esta situación para ganancias personales. “Quiero decirles algo a las gasolineras: no traten de aprovecharse de los consumidores durante este tiempo, voy a trabajar con los gobernadores de los estados afectados para detener la especulación de precios dondequiera que surja”, recalcó.
Finalmente, Biden dijo que en la noche del miércoles el gobierno de EE. UU. “otorgó una exención de la Ley Jones a los proveedores de combustible”, lo que permite que los barcos que no tienen bandera estadounidense transporten productos de combustible refinados desde el Golfo de México a las áreas afectadas.
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